lunes, 5 de mayo de 2014

CAUSA GENERAL

CAUSA GENERAL

Cuando en el alba de este nuevo siglo XXI suenan en la Europa del este vientos de guerra, cuando en algunos países de centro, norte y sur del continente, también se alzan proclamas de ruptura y de insolidaridad nacionales, me acuerdo de cómo en el año 1943, en España, el gobierno de un dictador, en la persona del que fuera secretario de un regionalista catalán, Francesc Cambó, el ministro de Justicia don Eduardo Aunós Pérez, cuatro años después de finalizada nuestra contienda fratricida y de invasión militar extranjera: alemanes, italianos, portugueses y marroquíes, para justificar sus actuaciones, como las purgas que llevaban a cabo, editó un libro que recogía, para su defensa y loor del Caudillo, las razones del por qué ellos se habían levantado contra el poder instituido popularmente.

El libro Causa General, editado por el Ministerio de Justicia de entonces, empieza con un prólogo escrito y firmado por el catalanista antes citado, D. Eduardo Aunós, que es vomitivo en cuanto justifica el alzamiento militar y adorna a Franco con todos los merecimientos a su brillante ejecutoría militar, paladín frente al comunismo y defensor de la cristiandad. Muestra todo su odio al Frente Popular, fenecido, y una atención preferente a cuanto aconteció en Madrid.

Cabe recordar que este era el Cuarto Gobierno del general Franco, que lo integraban militares,  caciques andaluces, letrados madrileños, vascos de estirpe y catalanes de sentimiento regionalista.  Habían formado parte de Falange, el partido Agrario, Rquetés, LLiga Regionalista catalana y confesos del catolicismo. Duró desde 1942 hasta 1945. Como Jefe de estado y Presidente de Gobierno estaba el incólume Francisco Franco Bahamonde. Como Ministro de Agricultura, Miguel Primo de Rivera. Ministro del Aire, Juan Vigón Pérez Díaz. Ministro de Aasuntos Exteriores, el conde de Jordana, Teniente General Francisco Gómez Jordana Sousa. Falleció en su cargo el 3.8.1944. Le sustituiría un paisano vasco y perro de presa en los últimos días de Azaña y de otros significados republicanos en el sur de Francia, José Felix de Lequerica y Erquiza. Ministro de Educación, José Ibáñez Martín. Ministro del Ejército, Teniente General Carlos Asensio Cabanillas. Ministro de la Gobernación, Blas Pérez González. Ministro de Hacienda, Joaquín Benjumea Burón. Ministro de Industria y Comercio, Demetrio Carceller Segura, de Castellón. Ministro de Justicia, fueron Esteban Bilbao Eguía, que pasó a presidir las Cortes de las camisas azules, siendo sustituido por el aranés, Eduardo Aunós Pérerz, ya que su jefe, el Señor Frances Cambó, se encontraba entonces presidiendo en Argentina una empresa eléctrica de su propiedad. Ministro de Marina, Almirante Salvador Moreno Fernández. Ministro de Obras Públicas, Alfonso Peña Boeuf. Ministro Secretario general del Movimiento, el vasco José Luis Arrese y Magra. Miunistro de Trabajo, el falangista confeso, José Antonio Girón de Velasco.

En este libro, sus distintos capítulos aspiran también a mostrar la violencia de sus oponentes. A mostrar los crímenes realizados por el Frente Popular. Con un alarde de fotografías espeluznantes, buscan justificar el terror contrario, también, por capítulos a presentar la violencia y los asesinatos de sus enemigos, como las causas que a ellos los llevaron a levantarse en armas. Buscan exculparse, presentar al Frente Popular como la razón del mal y a los comunistas como los instigadores de todo, razón por la que ellos se levantan y se enfrentan.

En ese año de la publicación de la Causa General, que los juzgados siguen contra todo aquel que no estuviera con ellos, hay que tener presente que Franco empezaba a percatarse que los aliados ganarían la guerra, razón por la que había defenestrado a su propio cuñado, muy proclive al nazismo, Serrano Súñer, motivo de una nueva crisis de gobierno y recomposición del mismo, la situación del algunos de sus enemigos era la siguiente, mientras en Europa los aliados cada vez iban ganando más terreno a los alemanes.
Azaña ya había fallecido y enterrado en Montauban, el año 1940. Besteiro, que después de entregar Madrid y de enfrentarse a los últimos bastiones comunistas, buscando la paz, también había muerto en prisión el año 1940. Cipriano Rivas Cherif, cuñado de Azaña,  se encontraba preso en el penal del  Dueso, después de la persecución del ahora ministro Lequerica . El que fuera  Primer Presidente de la República, don Niceto Alcalá Zamora, en 1942, después de cien días de viaje, logró llegar al exilio argentino, en 1942. Claudio Sánchez Albornóz, el ministro náufrago, como le llamara Azaña, también estaba en Argentina exiliado.
Negrín, presidente en el exilio de la República hasta 1945, en Lóndres. Presidía también el SARE, para auxilio de los republicanos.  Miguel Hernández, muerto en 1942 en la cárcel. Indalecio prieto, con el tesoro del Vita, había creado en Méjico, el JARE, para auxiliar a los republicanos contrarios a Negrín. Largo caballero, encerrado en un campo de concentración nazi en Sachrenhausen. Josep Plà, viajando por el mundo en cargueros y petroleros. Alejandro Lerroux, exiliado en Estoril y planeando su regreso a España, que no tardaría. Antonio Machado, fallecido en Argeles, en 1949, junto a su madre y un hermano pintor, mientras su otro hermano literato, Manuel, se dedicaba a escribir para los vencedores.
Queipo de Llano, el tirano de Sevilla y emparentado con la familia de Alcalá Zamora, vigilado por las huestes de Franco, ya que este hombre fue siempre un tornadizo. Diego Martínez Barrio, en Méjico. Fernando de los Ríos, profesor en Nueva York
Y un río de lo más granado del conocimiento español, en hombres y mujeres, esparcido por el mundo, pasando penurias y añorando siempre a su amada patria, ahora ensombrecida por la barbarie de las hordas de Franco.

El capítulo I, dedicado a mostrar cómo fue asesinado Calvo Sotelo, un 13 de Julio de 1936, así como a sus responsables directos: capitán Condés, José del Rey, Victoria Cuenca y con el conocimiento de la Dirección General, las Fuerzas de Asalto y la oscura connivencia de Prieto.
Como anexo de prueba de cargo, añaden un relato hecho por Alcalá Zamora al journal de Genève, el 17.1.1937.

El capítulo II, se refiere a Jose Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange. Las razones de su encarcelamiento, por tenencia ilícita de armas, la disposición de la Sala de Justicia para condenarle, señalando a milicianos de la C.N.T,  Guillermo Toscano Rodríguez, y el Ministro de Justicia, también de la C.N.T., García Oliver, el subsecretario Sánchez Roca, el juez Enjuto, el y fiscal Vidal Gil Tirado, como el secretario judicial, instrumentos para condenarle y fusilarlo en Alicante, el 20 de Noviembre de 1936.

III. terror  anárquico. Informa de cómo en la retaguardia se llevaba a cabo la defensa. Milicias de Vigilancia, patrullas de Control (al mando del anarquista Aurelio Fernández), en Barcelona, Guardia Popular Antifascista; Milicias Armadas Obreras, en Almería.
Las organizaciones obreras, como la C.N.T, se incautan de gran parte de la propiedad urbana, mediante su organización “La Contraguerra”. Las empresas son dirigidas por Comités de Control Obrero.
Se llevan a cabo asesinatos en las cárceles o desaparecidos. Tales son los casos del general Eduardo López Ochoa. También se hace el 8 de Noviembre de 1936 en Paracuellos del jarama.
En estas acciones de retaguardia, también contó Madrid con milicianos catalanes, enrolados en la F.A.I.
Numerosos son los detalles de los asesinatos cometidos en Madrid, simplemente por robar a un anciano, en este caso al último descendiente de Colón, el Duque de la Vera y Veragua, asaltado por el socialista Zancarías Ramírez, que consigue poner a su nombre una finca que el duque poseía en Toledo.
Un tren procedente de Jaén, a la altura del Puente de Vallecas, con el Obispo de Jaén, entre sus viajeros, son fusilados.
Pillaje por parte de las checas, destacando la llamada del Campo Libre, dirigida por Angel Campos Torresano, alias el Chino. También la del catalán Antonio Ariño.
Se cuenta el caso de un marido que denunció a su propia esposa, en Alcalá de Henares, para expoliarla y asesinarla.
En Almería, los pozos de la lagarta, término municipal de Tabernas, y el pozo de Cantavieja, del término municipal de Tahal, fueron utilizados para los enterramientos de los cadáveres de los famosos “paseos”, que ahora en el bando “rojo” o republicano, se llevaban a cabo de manera siniestra.
Allí se encontró el cadáver de un armador de buques del pueblo de Adra, llamado D. José Moreno Fernández, rodeado su cuello por la soga que sirvió para estrangularlo
En Barcelona, el Comité obrero de la panadería, se incautaría de la industria de Plácido Armengol Celanova  y Doña Emilia Serra Saura, tres hijos y un obrero, Francisco Rivas, todos ellos arrestados por el Comité de la Bonanova, el 24 de septiembre de 1936, conducidos a la carretera de la Rabasada, aparecerían después muertos por armas de fuego. No tenían, según la Causa general, filiación política.

El odio, el encono, la ira, se empleaba en destrozar los dientes, arrancar los ojos, traspasados varias veces con estoques, mutilados, martirizados. Esto que se relata en este libro, como defensa de ellos, esta atrocidad, también, se hacía en el bando contrario, aunque como vencidos, no tuvieron ocasión de levantar acta, como ahora hacían los vencedores.

Carrión de Calatrava, Ciudad Real, a un pozo fueron arrojados unas ochocientas personas de diversos pueblos de la comarca. En ocasiones el martirio era delante de los mismos genitores ancianos, para mayor encono y crueldad. Otros eran enterrados en vida con cal viva. Arrojados por el balcón y rematados en el suelo. Golpeados con crucifijos si eran parientes de sacerdotes, en Málaga.

En el interior de las iglesias, carbonizados, como en Asturias o en edificios con la gente dentro. Con bombas de mano o líquido inflamable. O quemados vivos en hogueras. Colgados de un árbol. Castrados con tenazas o a bayonetazos.

Toda la panoplia de la crueldad humana, del ensañamiento, de nuestro pasado, afloró en estos años y en medio de esta guerra incivil, ahora como cargo al gobierno republicano, mientras se ocultaban los desmanes del franquismo.

V. Las checas
Los partidos políticos del Frente Popular, las sindicales obreras como la F.A.I., tanto en Madrid como en otras poblaciones, establecieron en numerosos edificios incautados, para la instalación de sus respectivos centros, comisiones represivas, con facultades ilimitadas, para realizar detenciones, requisas y asesinatos. Estos locales fueron conocidos como “checas”, que estaban bajo el mando de un jefe o “responsable”, en los centros de tipo marxista, o de un Comité de defensa, en los de carácter anarquista, también llamadas Agrupaciones Socialistas o Republicanas, Radios del Partido Comunista o de las Juventudes Socialistas Unificadas, Ateneos Libertarios, Sindicatos de la C.N.T., o de la U.G.T, Cuarteles de Milicias, Comités de Investigación o de Control, Comités de Vecinos. En Madrid se llegó a contar más de 226.

Se adoptó su fórmula de ejemplos soviéticos. Famosa fue la checa comunista de San Bernardo, ya que tomaban a menudo el nombre de la calle donde estaban o de un centro conocido, lugar donde después de las torturas, nadie salía vivo.

Angel Galarza Gago fue el organizador de buen número de checas junto a su guardia pretoriana de aesinos como Atadell y Riscal

Las checas, desde agosto a noviembre del 36, fueron muy duras.
Si en una ficha aparecía una L mayúscula, significaba poner libre al preso. Si esa L mayúscula iba acompañada de un punto L., la señal era la muerte.
Los integrantes de una checa se incorporaban a grupos de 4 personas, llamados brigadillas, con un responsable a su cabeza, quienes terminaban de ajusticiar al detenido en una cuneta, delante de una tapia, tras el miedo e la detención de madrugada, el martirio del interrogatorio y el paseo en coche hacia su trágico destino.

En estos menesteres, se hicieron famosos el catalán, Antonio Ariño Ramos, malhechor común, fugado de la penitenciaría francesa de la Guyana, autor material de centenares de asesinatos en Madrid, Vallecas, Fuentidueña de Tajo. Formó parte de la “checa” de Fomento, al disolverse ésta, pasó al llamado Consejillo de Buenavista, con sus mismas fechorías.

La Dirección general de Seguridad solía facilitarles a menudo, información para la detención

El orden público en Madrid estuvo a cargo de Santiago Carrillo y Segundo Serrano Poncela, quienes llevaron a cabo la selección en las cárceles de quienes serían fusilados en Paracuellos del jarama y Torrejón de Ardoz, y se encargaban de las tareas de policía en Madrid.

“Escuadrilla del Amanecer”, organizados bajo la dirección de la Secretaría del Director de Seguridad, se hicieron famosos por ser en estas horas de la madrugada cuando actuaban. Lo formaban: Valero Serrano Tagüeña, Eloy de la Figuera, León Barrenechea, Francisco Roig y Carmelo Oleda, alias Tarzán.
Muy activo en esta escuadrilla fue un empleado de Hacienda, quien saqueó la caja fuerte del Marqués de Retortillo. También llevaron a cabo la detención de Melquíades Alvárez, antiguo prócer de Azaña en el Partido Progresista, el doctor Albiñana, el capitán Valdivia, el capitán Gándara y el general Araujo, todos ellos asesinados por estos matones, sacados de la Cárcel Modelo de Madrid, el 22 de agosto de 1936.

También serían sacados de sus celdas y asesinados, un 23 de agosto de 1936, el general Fernando Capaz, el político republicano, Don Manuel Rico Avelló y el ex jefe de policía de Madrid, don Pedro Rivas. Esta “hazaña”  fue llevada a cabo por milicianos a cuyo frente estaba Elviro Ferret.

En Barcelona, en el nº 54 del Paseo de Gracia, Elviro Ferret organizó sus acciones de robo, preferentemente. En LLansá, en los primeros días de 1938, Elviro ferret, su mujer Francisca Cruells Terrerols, un abogado de Barcelona, José María Xammar Salas, con un importante botín y doce cuadros, presto todo para huir a Francia. Carlos de Juan Rodríguez, Director General de Seguridad, al parecer, fue amigo de estos ladrones.

Checa Socialista de García Atadell.
Agapito García Atadell, tipógrafo, adicto a Indalecio Prieto, estuvo adscrito a la Brigada de Investigación Criminal, que contaba con 40 agentes. Sus jefes fueron Angel Pedrero García, Luis Ortuño y Albiach Chiralt. Contaron con un cierto reconocimiento por parte del partido socialista. La organización sindical socialista de porteros en Madrid, solía facilitarles información de la posición económica de los vecinos, que luego pasaban a ser sus víctimas, dependiendo de sus caudales.

A finales de 1936, en compañía de Luis Ortuño y Pedro Penalad, Agapito García Atadell se embarcó con cuanto dinero y alhajas de fácil transporte habían expoliado a sus víctimas, vendiéndolo todo en Marsella y embarcando para América. Se cree que un chivatazo del cineasta aragonés Luis Buñuel, ya entonces en Francia, permitió que fueran hechos presos en Santa Cruz de la Palma y más tarde sentenciados en Sevilla

Checa “Los Linces de la República”
La formaban como cabecillas, Felipe Marcos García Redondo, Virgilio Llorente, teniente Juan Tomás Estalrich, capitán de milicias Losada.
Las alhajas y objetos de mayor valor debían ser depositados en el despacho del Director de Seguridad, Manuel Muñoz. A mitad de septiembre, esta checa fue agregada al Cuartel general del teniente Coronel Mangada, ya perteneciendo a las filas comunistas, cuyo puesto de mando estaba en la casa de Campo, sirviéndole también como escolta.
Asesinaron a don Hipólito Gete García y Don Luis Gete Hernández, que entregaban a sus víctimas para su ejecución a la checa de Fomento

Checa de la calle Marqués de Riscal, nº 1
Inmediata dependencia del entonces Ministro de la Gobernación, Angel Galarza Gago, para su escolta y servicio de protección en el edificio del Ministerio de la Gobernación, entonces en la Puerta del Sol.
Su jefe superior era un representante de Izquierda republicana, Alberto Vázquez.
Sus detenidos eran ejecutados en los altos del Hipódromo y en la pradera de San Isidro

Checa de la Agrupación Socialista Madrileña
Por iniciativa de Enrique de Francisco, diputado y dirigente de la Agrupación Socialista de Madrid. Se instalaron en un palacio incautado al conde de Eleta en la callle de Fuencarral, número 103. Para el servicio sucio se ayudaban de un agente profesional, Anselmo Burgos Gil y de David Vázquez Baldominos, que luego sería Comisario General de Policía.
Se cree que participaron, junto con el G.P.U, en el secuestro del jefe trtoskista Andrés Nin Maurín. Julio de Mora fue el jefe de esta checa.

Checa Consejillo del Distrito Buenavista
Su jefe era Luis Omaña. Otros fueron Bruno Carreras Villanueva y Benigno Mancebo Martín.

Checa Servicios Especiales del Ministerio de la Guerra
A cargo de Fernando Arias Parga y Prudencio Sayagües, dirigente de las Juventudes de Izquierda Republicana y Pablo Sarroca Tomás, antiguo sacerdote. Sus pistoleros eran los hermanos Colinas Quirós.
Cuando el Gobierno se traslada a Valencia, se hará cargo de esta checa el anarquista Manuel Salgado, por orden del secretario del Comité Regional de defensa de la C.N.T., Eduardo Val.
Tenían sus oficinas en el edificio de hacienda en la calle de Alcalá.
Fueron responsables del asesinato del diplomático belga Baron Jacques de Berchgrave e instalaron una falsa embajada de Siam, que utilizaban como señuelo para apresar a muchos incautos que quisieron acogerse a su protección.

V.- PERSECUCIÓN RELIGIOSA
El 11 de mayo de 1931 las turbas incendian en Madrid, el convento de las Maravillas, el de las Mercedes, el de los Padres Carmelitas en la Plaza de España, el de los Sagrados Corazones en la calle del Tutor.
Se asaltan otras iglesias y conventos, ya en tiempo de guerra.
Se detienen a sacerdotes, oficiantes y clérigos
También a obispos, los de Jaén, Lérida, Segorbe, Teruel, Barbastro, Tarragona, Barcelona, Cuenca, Sigüenza, Almería, Guadix, Ciudad Real, Orihuela.
Todas las iglesias de la Diócesis de Madrid y su provincia fueron interiormente desmanteladas

VI ASESINATOS EN LA CÁRCEL MODELO DE MADRID, EL 23 DE AGOSTO DE 1936
Ruíz de Alda, Sánchez Maza, falangistas
Doctor Albiñana, Melquíades Alvarez, Martínez de Velasco, Fernando primo de Rivera y Saenz de Heredia. Políticos republicanos.
Se intenta mostrar como una provocación de éstos, cuando se ha demostrado que no es cierto y que fue la ciega barbarie del populacho, alentado por extremistas de todo signo, quienes llevaron a cabo mediante el incendio de unos tejados de esta cárcel, en la zona de la lavandería, y el asesinato a tiros de estos prohombres y otro puñado más, que se encontraban encarcelados por razones políticas.

IX MANIFESTACIONES DE LA INFLUENCIA SOVIÉTICA
Este capítulo está dedicado a resaltar la influencia que los comunistas y particularmente los soviéticos, tuvieron en la dirección de la guerra por parte republicana, así como en la represión llevada a cabo lejos de los frentes, así como la razón de la sublevación del Coronel Casado, que negociaría con los hombres de Franco la entrega del Madrid sitiado en el 39.
La misión soviética estuvo instalada por Prieto, en el Hotel Gaylord, a partir de 1937, en la calle Alfonso XI.
Todos los organismo de investigación policial: G.P.U, el  Departamento especial de Información del estado, que pasó en 1938 a llamarse Servicio de Información Militar, el SIM.
Ordenan el aniquilamiento del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), por ser de tendencia troskista. Detenido en Barcelona su máximo dirigente, André Nin, llevado a prisión en Alcalá de Henares, desaparecerá sin que nunca más se supiera de él.
Al parecer por orden directa de los soviéticos.
En Valencia, la embajada rusa estaba en el Hotel Metropol.
Según parece, el encargado de la misión para detener a Andrés Nin, bajo supuestas y falsas negociaciones con las fuerzas de Franco, fueron José, Rosell, Urrésola, Valenti y Ramallo.
Fue encargado como fiscal para investigar esta desaparición, el abogado Gregorio Peces Barba del Río
En noviembre de 1936 llegan a suelo español las primeras Brigadas Internacionales

ASESINATOS EN ALMERÍA
En Turón, Granada, pueblo vecino de la provincia de Almería y próximo con Berja, el 3 de Mayo de 1938, sacados de la cárcel El Ingenio en Almería, en varios camiones, 300 presos eran conducidos para, supuestamente, arreglar una carretera en la zona de Turón. El mismo Gobernador Civil de Almería, despidió a la comitiva.
Un mes y siete días después de su partida, serían asesinados en la misma cuneta, 67 presos. 75 lo fueron de la primer expedición y 15 de una segunda.

CONCLUSIÓN
Una vez que he tenido ocasión de leer, con horros, de qué manera procuraron sacar a la luz las atrocidades del bando republicano, me espanto de las que cometieron las fuerzas de Franco y los partidos políticos afectos al Alzamiento del 17 de Julio, aunque en este caso se ha sabido menos, pues éstos eran los perdedores.

De cualquier manera, esta Causa General que incoaron los abogados de Franco para justificar sus propias tropelías y poner de manifiesto las del oponente, sólo muestran hasta qué punto el ser humano es capaz de llevar su sinrazón y atropellar, hasta matar, a veces de la manera más cruel imaginable, a sus propios congéneres, a sus propios vecinos, incluso hasta sus propios hermanos.
En esa Guerra Civil, España se hundió en la sangre y en la miseria de una dictadura que duró cuarenta años. Hoy día, tan espeluznantes historias y tan alucinantes fotografías del terror, sólo debieran servirnos para que tales hechos nunca más vuelvan a reproducirse y ya que en nuestras tierras, en nuestra península, en nuestro país, tamaños desmanes y locura se alumbró, ahora seamos nosotros los paladines de la paz y la fraternidad, cualquiera que sean los enconos y las fricciones que unos y otros podamos padecer, que siempre en una negociación, con la mano tendida y el brazo hermano, sirvan para contribuir en que nunca volvamos a conocer el rencor y los ríos de sangre de una guerra, pero que tampoco la conozcan ni la padezcan otros seres humanos, cualquiera que sea su acento, su color de piel, su credo o su marco geográfico.





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