domingo, 14 de septiembre de 2014

CARTA A UN SOBRINO DE PASIÓN CATALANA

CARTA A UN MUY QUERIDO SOBRINO DE PASIÓN CATALANA

Mi  muy entrañable sobrino,






Dicen los viejos que a los hermanos se los encuentra uno y a los amigos los elige, aún cuando esto sea una perogrullada de mucho alcance, por el enorme hueco que en mi corazón ocupa mi hermana, tu madre, como también tu padre, para nada quisiera que las palabras que vienen a continuación  pudieran herirles, ya que, por ellos, también tú eres otra parte entrañable.

Dicho cuanto antecede, y lamentando no haber sabido expresarme mejor, ahora quisiera dar respuesta a tus observaciones y, por mi parte, comentarte mi punto de vista sobre un tema, que, convendrás conmigo, aún nuestra diferencia de edad y vivencias, ya empieza como una sierpe a causar roturas. ¡Y esto no ha hecho nada más que empezar!

Aún cuando es notoria la aspiración independentista de una buena parte del electorado catalán, yo siempre he creído que este problema debe resolverse entre nosotros, por lo que todo tipo de comentarios y muestras de nuestros enfrentamientos y discrepancias en el extranjero, me han parecido discordantes con esa idea de que “la ropa sucia ha de lavarse entre nosotros”,  sobre todo si se hace lejos de nuestras fronteras, por un hispano y en idioma inglés, que lógicamente tiene mayor difusión que si lo fuera en castellano o español y menos aún en catalán o en lengua magyar. Ya que nunca he compartido aquel dicho que “un español es el mayor enemigo de otro español”.

Tampoco comparto que un español pueda apoyar a quienes buscan crear nuevas fronteras, separar la solidaridad que se sostenía a empellones y que cada día se resquebraja más , desde la periferia catalana haciendo añicos y no respetando la ley aceptada por todos, pues quizás en tu privilegiado caso, por tus estudios y los medios económicos de tus padres, tu nunca te veas enfrentado a los problemas que se ve un emigrante “lampista” (fontanero) o un “rajola” (enchapador de azulejos) o un taxista, o una administrativa de la seguridad social, a quien le imponen que abandone su lengua vernácula y por su base castellana, se vea impedido a alcanzar mejores notas o aspirar a mejor puesto. Esto pasa en Cataluña, lo han padecido y sufrido muchos ciudadanos y, aunque tu no lo entiendas así, es una arbitrariedad, cuando debajo del Ebro, a quienes vienen a trabajar a Sevilla, Madrid, Toledo, Mérida, no se les pone ninguna cortapisa del mismo orden que se hace bajo el régimen de un gobierno que sólo es de los que aceptan caminar hacia una independencia, por tanto, a una segregación y a soltar amarras de esos otros españoles. (Después ya vendrá que hacemos con esos otros, que en su libertad, espero que también la aceptes, no quieren abandonar sus raíces, no quieren cortar los lazos que les unen con sus familias no catalanas, o simplemente, interpretaron que estaban dentro del estado español y, por tanto, no podían ni debían ser sometidos a la presión que sobre ellos se ha ejercido, en rótulos, en subvenciones, y en detrimento de sus libertades y derechos)

El 2 de Mayo, el Día de la Hispanidad o en Octubre, día de la Constitución, no recuerdo tu felicitación vehemente a quienes nos sentimos españoles, sin embargo, bien patente estaba hacia el Día Nacional de Cataluña. ¿Esto no es tomar partido?

Claro que es muy democrático votar, por esta razón muchos españoles han dado su vida, por esta misma razón hubo una Guerra Civil, por esta razón, grandes pensadores españoles fueron encarcelados y murieron en el exilio, desde tiempos de Fernando VII, y con cada cambio de orientación liberal, o sufrieron penalidades: Jovellanos, Blanco (White), Picasso, Américo Castro, Francisco Giner, Fernando de los Ríos, Machado,… Qué decir de la expulsión de nuestros antepasados judíos y moriscos. Lo que no se puede es romper las urnas, hacer “pucherazos” o votar en contra de lo acordado entre todos y haciéndolo a la conveniencia de unos, sin tener en cuenta la opinión de los otros firmantes. Eso es lo que no puedo entender que alguien que tiene antecedentes muy otros: familiares, geográficos, natales, no entienda, acepte solo una versión y no de crédito a la otra. Votemos, votemos, votemos, pero que el voto ni esté manipulado, ni lo decida una parte, hagamoslo entre todos, pues todos estamos afectados. Por qué a medida que se ahonda lo divergente, nadie, tú mismo, piensa organizar posibles convergencias.

Después de 15 años, después de dos meses, de dos días o tras la visión de un sarmiento ardiendo, cualquiera puede tener el sentimiento de su libre albedrío, ya que es eso lo que queremos los españoles, que las fronteras vayan desapareciendo, que por impulsar la industria catalana, en el siglo XVIII, cerramos las fronteras y perjudicamos la competencia en el resto del país, cuando Barcelona tenía menos población incluso que Cádiz. Que un sello, unas acreditaciones, un tampón, un funcionario y, me temo que una estirpe, no digan quién es de aquí y quien es de allí. Y, además que no se manipulen a los niños, ya que la niñez es propicia al sentimiento de vanidad y orgullo. De ahí lo inmoral de usar a los niños para fines de política nacionalista. Decía mi admirado paisano Américo Castro, “El niño no es recipiente para verter en él las sabidurías y las fórmulas hechas; el niño es una vida en cuyo desarrollo integral podemos y debemos inmiscuirnos, con sumo respeto y delicadeza. ¿Tú que te has educado en Cataluña, estás convencido que han guardado ese respeto y esa igualdad de oportunidades?

Simón Bolívar, muchos de los caudillos que primero combatieron con las fuerzas reales a Napoléon, Picasso, Dalí, Sánchez Albornoz y una lista tristemente interminable, amén del cordobés y socialista Montilla o el hijo de Guardias Civiles maños,  Carod Rovira, no tuvieron empacho en luchar frente a sus antepasados o preferir su nueva patria, sin embargo, salvo estos espúreos nuevos nacionalistas de hoy, todos los demás, siempre tuvieron un pensamiento constructivo y labraron por el pueblo que les vio nacer, el más reciente, el mismo Botín, del que no comparto su modo de enriquecerse y sí celebro el modo de que el logo de su empresa sea el de su ciudad natal. Nosotros mismos, en nuestra sangre llevamos lustros de emigración, por un lado desde el golfo de Génova, la Rioja o las nieblas de Galicia, con el ilustre vestigio, en tu caso, de igual grafía que quien escribiera Sonatas de Octubre. Y lógicamente hemos evolucionado y nos hemos sentido partícipes de donde hemos recibido el filón cultural, pero siempre acompañados de una buena carga de solidaridad y fraternidad, al menos en la gran mayoría, bien por las injusticias padecidas, por las arbitrariedades cometidas contra esos emigrantes o por que siempre, ayer y hoy, sin ir más lejos en Mataró, el gobierno Hollande con los rumanos, o en todos los lugares del planeta, se atropella o se considera inferior al que emigra.

Como me alegro siempre que escribas lo que consideres oportuno, y si está profundamente reflexionado, con sus pros y contras, todavía mejor a quien tiene un sedimento técnico apreciable, y que espero con el tiempo también te alcance para conocer el acervo español histórico y literario, confío que también aceptes de buen grado a quien, como en mi caso, también en un entorno democrático limpio, que por mi edad, por haber empezado a darle la vuelta al mundo desde los 18 años, gracias a la generosidad de mi tío ya fallecido, por ser todavía un modesto empresario que navega en estos tiempos de incertidumbres y penalidades desde más de 25 años, que ha tenido y tiene profundas relaciones comerciales y personales con un buen puñado de catalanes y no catalanes, me concedas la misma libertad que ansío para ti y si discrepo con tus opiniones, sea por que he conocido muy bien el “paño” catalán y Azaña, en sus diarios, me mostró el lado oscuro de esos mismos catalanistas que abandonaban a sus compatriotas, aún cuando yo también en otra empresa en la que estuve durante cinco años en Castellón, tuve mi ración de catalanismo y precisamente no del bueno y ejemplar, que algún día te ilustraré.

Decía Américo Castro, en uno de sus libros de la España que aún no conocía, a su regreso de un viaje a Barcelona en 1930: “Ante todo vamos a remover todos los rescoldos de la amistad, a recordar nuestros gozos y desventuras comunes…Por nuestra parte, hermanos de Cataluña, os pediríamos que os interesarais por el trozo restante de la piel de Iberia. Os debemos grandes reparaciones; casi todo ha sido hecho entre nosotros bajo el signo de la tosquedad; pero quisiéramos que por vuestra parte no juzgarais el mundo concluso al llegar al Ebro. Son tan débiles las energías colectivas de la nación, que cualquier falla nos será muy dañosa. Vuestra catalanidad subirá en valores dentro de una España más culta, menos rural, menos fanática, más sensible al derecho.”

No basta vociferar ¡Viva España! España para vivir necesita inteligencia, trabajo eficaz, justicia social, sentido común y neutralización del majadero y del corrupto. Seguro que habría añadido el emigrante Américo, que nació en Brasil, regresó a Huétor  Tajar, estudió en la universidad de Granada y llegó a Madrid para desde allí establecer su magisterio para todos los españoles, sin distinguos de lengua o parroquia, pero con un amor a España como todos los que pasaron por la Residencia de Estudiantes en la Colina de los Chopos, en Madrid: Eisntein, Bergson, Falla, Lorca, Dalí, Alberto  Jiménez, Francisco Giner, Fernando de los Ríos, Cossío, Tagore, Rubistein, …¿Todo esto puede desear perder un catalán, a Varela, a Balmes, Machado, Prim, Pi y Margall, Boadella, …?

Para ese día que espero nunca llegue, aún cuando hoy los catalanistas han abierto una fractura y quieren establecer una sima infranqueable que nos separe de nuestra historia común y de nuestras propias familias, de nuevo tomo al filólogo Castro, quien decía: “la libertad no debe tener más límite que el de las leyes inspiradas en justos principios. La sangre vertida no se lava con nueva sangre, ni la cerrazón de mente se combate con bestialidad"

Un abrazo fuerte de tu tío que te quiere y te añora


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