viernes, 24 de julio de 2015

RÉQUIEM POR UN CAMPESINO ESPAÑOL, DE RAMON J. SENDER

Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender

Ramón J. Sender nació en Huesca y estuvo íntimamente comprometido con la República hasta que se tuvo que exiliar en el año 1938.

En su novela de Réquiem por un campesino español, nos presenta las costumbres de un trozo de aquella España campesina, donde los trabajadores del campo son carrne de cañón, caso de Paco el del molino;  la Iglesia, en la persona de mosén Millán, el sostén de los tres ricos del pueblo y el amparador de las tradiciones.

Mosén Millán ofrece la misa de difuntos por la persona de Paco el del molino que ha sido asesinado por fuerzas llegadas de fuera y con modales fascistas, nunca antes conocidos en el pueblo, mientras el monaguillo canta el romance que sobre Paco se versifica ya en el pueblo, y las campanas doblan a muerto.

Paco había sido bautizado por Mosén Millán, hecha su Primera Comunión incluso había sido casado por este mismo cura del pueblo, además, le había servido de monaguillo, razón por la que cuando acudieron a darle la extremaunción a un habitante de las cuevas, en los aledaños del pueblo, Paco, siendo niño, se percató de la desigualdad que existía en su pueblo y que tenían allí otros vecinos con sólo el suelo para abrigarse y morir.

Llegada la República, el mozo recién casado, lejos ya del carasol donde se bañaban los jóvenes y mostraban su hombría a las mujeres que allí lavaban la ropa, fue elegido alcalde y se propuso recuperar los pastos para el pueblo, antes en manos de un terrateniente que nunca había puesto los pies en el pueblo.

Señalado como enemigo de los potentados del lugar, los tres que ahora quieren pagar la misa de difuntos, por culpa de mosén Millán, sería apresado y delante de las tapias del cementerio fusilado junto a otros dos vecinos, vecinos de las cuevas, a pesar de los desgarrados gritos de que son inocentes por parte de Paco.

Prosa sencilla, descriptiva de las diferencias sociales, del ambiente campesino de aquellos años y de la miseria del agro español, como de las costumbres sociales de aquellos apartados lugares del interior de la península.

Bella historia para reflexionar sobre nuestro pasado reciente, sobre nuestra democracia actual y lo mucho que le queda a España para disipar las injusticias sociales aún latentes en el país.


No hay comentarios:

Publicar un comentario