Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender
Ramón J. Sender nació en Huesca y estuvo íntimamente
comprometido con la República hasta que se tuvo que exiliar en el año 1938.
En su novela de Réquiem por un campesino español, nos
presenta las costumbres de un trozo de aquella España campesina, donde los trabajadores del campo son carrne de cañón, caso de Paco el del molino; la Iglesia, en la persona de mosén Millán, el
sostén de los tres ricos del pueblo y el amparador de las tradiciones.
Mosén Millán ofrece la misa de difuntos por la persona de
Paco el del molino que ha sido asesinado por fuerzas llegadas de fuera y con
modales fascistas, nunca antes conocidos en el pueblo, mientras el monaguillo
canta el romance que sobre Paco se versifica ya en el pueblo, y las campanas
doblan a muerto.
Paco había sido bautizado por Mosén Millán, hecha su Primera
Comunión incluso había sido casado por este mismo cura del pueblo, además, le había
servido de monaguillo, razón por la que cuando acudieron a darle la
extremaunción a un habitante de las cuevas, en los aledaños del pueblo, Paco, siendo niño, se percató de la
desigualdad que existía en su pueblo y que tenían allí otros vecinos con sólo
el suelo para abrigarse y morir.
Llegada la República, el mozo recién casado, lejos ya del
carasol donde se bañaban los jóvenes y mostraban su hombría a las mujeres que
allí lavaban la ropa, fue elegido alcalde y se propuso recuperar los pastos
para el pueblo, antes en manos de un terrateniente que nunca había puesto los
pies en el pueblo.
Señalado como enemigo de los potentados del lugar, los tres que ahora quieren pagar la misa de difuntos, por
culpa de mosén Millán, sería apresado y delante de las tapias del cementerio
fusilado junto a otros dos vecinos, vecinos de las cuevas, a pesar de los desgarrados gritos de que son inocentes por parte de Paco.
Prosa sencilla, descriptiva de las diferencias sociales, del
ambiente campesino de aquellos años y de la miseria del agro español, como de las costumbres sociales de aquellos apartados lugares del interior de la península.
Bella historia para reflexionar sobre nuestro pasado
reciente, sobre nuestra democracia actual y lo mucho que le queda a España para
disipar las injusticias sociales aún latentes en el país.
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