LA REPÚBLICA DE AZAÑA, DE JUAN CARLOS
GIRAUTA (Y UN EPÍLOGO URGENTE)
Cuando me disponía a seleccionar
de mi biblioteca los libros que de Azaña volvería a releer, me reencontré con
uno cuyo autor, Juan Carlos Girauta, es hoy uno de los principales dirigentes
de Ciudadanos, razón por la que redoblaba para mí el interés de su lectura.
Primero por conocer cuál es el contenido del librito, como también las
inclinaciones que del mismo pudiera extraer sobre la personalidad de este
dirigente actual. Curiosa también eran, de un lado, el prólogo de Pío Moa,
antiguo militante anarquista y hoy reconducido historiador próximo al
conservadurismo, como el busto del otrora nefasto presidente de Gobierno
socialista, Rodríguez Zapatero, al pie de la portada, cuya ineptitud, desafueros y atrocidades
políticas y económicas, aún siguen gravitando al día de hoy sobre el pueblo
español, mientras él sigue viviendo opíparamente a costa del pueblo que ha
sumido en el retroceso y los enfrentamientos regionales. Fernando VII y él
podrían darse la mano en cuanto a lo desgraciado de la gestión de ambos
mandatarios hispanos.
EL otrora, casi imberbe, autor,
que posa con una guitarra en la mano y un curriculum de brillante ejecutoria
comercial y de asesoría empresarial, en la fecha de la publicación por
Ciudadela de esta obra, en el año 2006, nos irá mostrando la historia y
realizaciones de don Manuel Azaña Díaz, bajo un prisma muy crítico, bastante
contrario al aplauso que recibió en la posteridad, intentando con las referencias
que busca, como con lo que expone del personaje, o de los cuatro Azañas que él
señala, que no es merecedor de tanto reconocimiento y sí de la grave responsabilidad
de haber llevado a su país a un enfrentamiento civil, del que, en el parecer
del Sr. Girauta, mucha culpa tiene Azaña, por sus dichos, cuando el incendio y
quema de conventos, en el año 31, en el caso de la quema de la chabola de
Seisdedos, cuya nieta nos desvela que también fue a parar al exilio de
Montauban, desde Casas Viejas, hoy Medina Sidonia. También, como no, de sus
políticas contrarias a la existencia de una derecha como la CEDA o por las
mismas leyes de Defensa de la República, arbitrio para sellar y censurar
periódicos contrarios, tales como El Debate, Informaciones o ABC, además de llevar
a la cárcel a cualquiera que fuera contrario a esa república partidista.

Es pues todo un preámbulo su
libro, para darnos la lección de que podemos correr el riesgo de avivar
tensiones que no tienen sentido actualmente, pues los herederos de aquella
desdichada contienda, hoy son nietos y poco o nada saben de aquella guerra, que
sin embargo, quienes fueron los perdedores, hoy pretenden el derribo de Franco,
mientras que éste vivía nada intentaron o vivieron cómodamente bajo su sombra
En estos momentos que el PSOE,
ayer con el Pacto del Tinell, y hoy con su No a Rajoy, vuelve a señalar al
adversario, no sin razones, este libro de Girauta es interesante para
recordarnos que el aplastamiento del contrario, como fue en la Segunda
República, las líneas rojas, que hoy están al orden del día, sólo sirven para
trazar nuevas fronteras, cuando la tarea que está por medio exige de la
concordia de todos, sin distinguos de filias, credos o consideraciones menores,
pues está en juego el Porvenir de España.
En este libro también introduce
su autor, como anexo, una breve cronología de hechos relevantes, bibliografía,
el discurso de Manuel Azaña el 20 de
noviembre de 1930 en el Ateneo, el Manifiesto de constitución del Frente
Popular y el último discurso pronunciado por Jose María Gil Robles en el
Congreso de los Diputados, el 15 de julio de 1936 tras el asesinato de Calvo
Sotelo
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