CARTAS INÉDITAS 1917-1935 DE
MANUEL AZAÑA Y CIPRIANO DE RIVAS CHERIF

En esta obra de Cartas, que
habían estado ocultas, ya que le fueron robadas por esbirros falangista,
enviados por el embajador de Franco, Lequerica
y sus secuaces en pos de Azaña, a
Cipriano cuando era detenido en su exilio, allá por 1940, en la casa del Eden, en el Oeste francés, curioso nombre para lo que tuvo que padecer esta familia, vamos conociendo la
enorme amistad, que algunos han querido menospreciar o emponzoñar como de
costumbre, ya que son incapaces de que la amistad no tenga componentes sexuales
o misóginos y su entrañable y mutuo afecto no se vea bajo un prisma de
connotaciones afeminadas.
En estas cartas que se cruzan
estos dos amigos, cuya amistad se inició por la gran pasión de ambos en la
literatura y el arte, como en las tertulias de aquel lejano Madrid, tanto en los cafés
Regina, el Valladolid de la calle Serrano, el Henares o el Lion de la calle
Alcalá, descubrimos a grandes personajes de las letras hispanas, caso de
Unamuno, Valle Inclán, los Baroja o el mismo Federico, lo mismo que su aventura como secretario del Ateneo y después Preisdente.
Cipriano, además de cuñado,
hermano de la esposa de don Manuel, la joven Dolores de Rivas Cherif, vecinos de la calle Columela, con quien
se casa el mismo año que él lo hace con Carmen Ibáñez, fue un magnífico
escenógrafo y compartió el éxito en los teatros con las compañías de Irene
López de Heredia, Margarita Xirgu o la misma Argentinita, además de siempre estar dispuesto a la renovación de la escena española, con su teatro de El Mirlo Blanco o el Caracol, entre otros.
En estas cartas, entre las muchas
curiosidades que relatan, está el
periplo viajero que hace Azaña en el año 1935, tras su liberación en Barcelona
y su exitoso libro Mi rebelión en Barcelona, ya que había sido culpado por el
Gobierno de Lerroux, con la anuencia del Presidente de la República, don
Aniceto Alcalá Zamora, por París, Bélgica y Holanda, cuando lo que él quería
era haber viajado a Italia, pero el temor a una entrevista con Mussolini, que
le preparaba el embajador italiano en Madrid, le hicieron desistir de su primer
propósito y aceptar la invitación de Indalecio Prieto, que junto a su mujer e
hijas se encontraba en Ostende, después de la revolución de Octubre.
Interesantes descripciones de su
viaje a Bélgica, con detalle de precios y de la Exposición Universal que
visita, como de las atenciones que le presta el embajador en Bruselas, Sr. De
Cárcer, que luego integraría las filas del franquismo, así como de su estancia
en el Hotel Metropole del centro de Bruselas, en la famosa place de Broukère de estilo Art- Deco; sus visitas a Lieja, Brujas,
Gante, Amberes y Ostende, como sus encuentro con don Inda y otros españoles de
paso por Bruselas, que darían para una novela o un libro que quien esto firma
sueña con escribir algún día, siguiendo los pasos de estos eminentes españoles:
Indalecio Prieto y Azaña, o del mismo Francisco García Lorca, hermano del
poeta, o del funcionario Fernando Almansa, luego secretario de don Juan Carlos,
que también pasaron por aquella embajada, cada uno de ellos en distintos
momentos de la política de España.
De las muchas curiosidades de
estas cartas, me llama la atención cuando relata cómo el Avi, el viejo
presidente de la Generalidad, el ex coronel de la caballería española de Alfonso XIII, Sr.
Macia, se esfuerza en que la obra de teatro escrita por Azaña, sea representada
en el Liceo, mientras Cipriano, deseaba que fuera en el teatro Goya, donde la
Xirgu y su compañía la ensayaban, ya que el Liceo, propiedad de un buen puñado
de catalanes, tenía una enorme deuda con Hacienda (nada nuevo bajo el sol en
Cataluña a costa de España) y además disfrutaba de subvenciones de la
Generalidad, razón por las que las tensiones para elegir el día del estreno,
fueron numerosas.
“Barcelona 7 Dcbre 1931
Querido Manuel: Esta mañana he
ido con Montaner a ver al Avi Maciá (Francisco Maciá, Presidente de la
Generalidad de Cataluña). Ha estado muy deferente y asegurado que tendrás en
Barcelona el recibimiento que te mereces. Ha quedado con nosotros en que antes
de salir para Madrid mañana, habrá hablado con la empresa del Liceo y con la
junta de Propietarios para que el estreno de La corona pueda ser allí y con
toda solemnidad popular…Montaner, claro, tiene un gran interés en serte
agradable y desde luego la mayor brillantez que podamos dar a la función, no
obstante la actitud pasiva y aun resistente de la gente bien a cuanto se hace
en el Liceo, se debe a su iniciativa…debieras venir con las llaves de Montjuich
(otro regalito para los catalanes de los españoles) como te dije, y con otra
cosa mucho más importante: la libertad previa de los presos gubernativos…El Avi
me ha dicho que no necesitas hacer más de lo que has hecho para que Cataluña te
esté obligada (después lo abandonarían, le crearían todo tipo de obstáculos e
impedimentos y qué decir de lo que sufrimos hoy en el siglo XXI con los
catalanistas y una Autonomía mucho mayor que la que soñara Maciá y le concedió Azaña).”
“8 Diciembre. Barcelona
Querido Manuel: Todo el mundo
quería ser de la casa del Presidente…Aquí seguimos preparando “La Corona”.
Montaner va a Madrid…ha organizado eso de hacerla en el Liceo, cosa que espero
se logre, pese a las dificultades de empresarios, propietarios, etc, etc. Yo
prefiero que sea el sábado (tendría lugar en domingo)…Maciá y Montaner te dirán
que es preferible el domingo. El domingo, en efecto, no hay función en el
Liceo, pero ya que vive este año subvencionado por la Generalidad (un nido de
antes y de hoy para robar sus responsables como es bien sabido y todos cercanos
al catalanismo), que sea el empresario de allí el que se sacrifique un
poco…Companys me dijo que está en tu ánimo la entrega de Montjuich”
“13 Dic. Barna (1931)
Querido Manuel: La situación es
ésta: A Montaner, que aunque secretario y factótum de Foronda es muy amigo de
Companys, se le ocurrió lo del Liceo; me pareció digno y bien. Vimos a Companys
y nos dijo que hablaría a Maciá; pero que temía que los propietarios de palcos
y butacas, gente casi toda adversa al régimen (republicano se entiende) o a la
Generalidad sobre todo, esto no lo digo, pero es sabidísimo, le diera por hacer
el vacío. Montaner insistió y, por indicación de Companys, vimos a Maciá. El
Presidente nos recibió muy amable y dijo que él lo haría todo…Me dijo que
estaba todo arreglado, que el domingo 20 sería el estreno…Vimos al empresario
del Liceo…Le dije también que por lo que le tenía entendido al señor Maciá, la
Generalidad era quien daba la función, para lo cual solicitaría de la propiedad
todas las localidades. Me contestó que, en su entender, no podría hacerlo.
Enfin, un lío, un tira y afloja y un no atreverse del todo Macia y los
generales a indisponerse con los propietarios. La ópera está subvencionada por
la Generalidad. Es muy mala. Y les ha sido fácil a los propietarios, que mandan
a sus criados a los palcos o los dejan vacíos, hacer fracasar la temporada. Yo
creo que si la Generalidad se quiere lucir contigo, que se luzca; pero no a
costa nuestra (Pasó ayer y lo siguen haciendo hoy tan estulticiamente, se ve
que está en sus genes). Según me dijo Montaner, la propiedad del Liceo debe
millones al Estado, porque desde hace años no paga un céntimo a la Hacienda.
(Hoy dicen que los españoles les robamos, y cuánto no nos han robado ellos desde siglos,
valga como botón esta muestra)…A mí lo que me parece mal, la verdad, es el
regateo (entonces y hoy siguen actuando igual de asquerosos). Lo mejor, quizás,
sería estrenar en nuestro teatro incómodo y si quieren festejarte de Presidente
que te festejen en el Stadium o que te canten los Higonotes”
En el regreso a Barcelona de Rivas
Cherif, el estreno de la obra de Yerma, que él produce y la compañía de Margarita
Xirgu representa, tendrá un éxito clamoroso, por lo que dirá: “Llevamos una
semana de Yerma de verdaderos atestones y gran entusiasmo, la cola llegaba al
Colón, mientras las varias ediciones de su libro, la rebelión en Barcelona de su cuñado, se vendía por las Ramblas sin
que siquiera se publicitara con cartelería, que era improvisada en los mismos
kioskos.
En Retrato de un desconocido,
forjado mientras estuvo encarcelado en el
Dueso, Cipriano, nos mostrará más ampliamente la personalidad y carácter
de su gran e íntimo amigo, además de cuñado, que ha había fallecido en el
destierro de Montauban y perseguido por nazis y los esbirros de Franco.
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