MISION EN ESPAÑA, DE CLAUDE G.
BOWERS. EMBAJADOR DE EE.UU. DURANTE LA GUERRA ESPAÑOLA
Quien durante seis años, desde
1933 hasta marzo de 1939, fuera embajador en Madrid de los EE. UU., edita en
1966 un libro donde detalla sus vivencias en la España de entonces, en el
umbral de la 2ª guerra mundial, mostrando su lado más liberal y, como no, la
inutilidad de su esfuerzo ante sus superiores para que, del mismo modo que él
lo veía, convencerles para que intervinieran a favor del verdadero y único
gobierno elegido democráticamente, el de aquella Segunda República.
Cuando presenta sus cartas
credenciales, Azaña está a punto de disponer su dimisión a Alcalá Zamora, harto
de las injerencias de éste como de su nula confianza, razón por la que, a pesar
de un bienio donde tienen que hacer frente a un levantamiento de Sanjurjo, que
desde el palacio de Buenavista en Cibeles contempla fumando un cigarrillo, y
realizan en enseñanza, el ejército, en el campo agrícola y en la cuestión de la
autonomía de Cataluña, una tarea legislativa desbordante e impresionante, razón
por la que, quizás, las derechas retrógradas, al igual que la Iglesia, en su
separación de el Estado, como en aquella frase que la prensa acuñó, sin
detenerse en el fondo del discuro en las Cortes, como gran titular: “España ha
dejado de ser católica”, amén de la quema de conventos recién instaurada la
República, dan lugar a una oposición feroz, a veces incluso de los propios
intelectuales, caso del autor de la Rebelión de las masas o del mismo Ayala. Si
a eso le añadimos la anarquí en pueblos de Santander o los enfrentamientos en
las proximidades de Huelva y el error de don Manuel de declarar que las fuerzas
de orden “habían hecho lo que tenían que ahcer, mientras la oposición añadía
“el tiro en la barriga”, que él nunca pronunció, fueron minando el crédito que
tenía, amén de un discurso corrosivo del Radical Martínez Barrios, que llevaron
a los socialistas y republicanos, con Largo Caballero y Prieto, por un lado, y
la escasa fuerza de su pequeño partido que luego se llamaría Izquierda
Republicana, logran que Azaña tenga que abandonar el gobierno y presentar su
dimisión al presidente de la República.
Se presentan nuevas elecciones,
en las que Lerroux, como principal partido de la oposición, logra obtener la mayoría
de votos junto a la derecha de agrarios, carlistas, así como la incipiente Ceda
que crece.
La izquierda, en este caso el
PSOE y la UGT, como los partidos republicanos, ven con muy malos ojos que la
tarea emprendida en el bienio anterior, esta vez se venga toda al traste,
además de liberar a los insurgentes como Sanjurjo, a quien Azaña no había
querido condenar al patíbulo, como las ordenanzas militares señalaban.
Es en esta época cuando en
Cataluña hay un levantamiento por parte de Companys, que es inmediatamente
reducido a la nada, mientras que azaña, que había acudido a despedir el cuerpo
de su ministro de Hacienda, un catalán, en la residencia de un amigo, un
médico, es apresado detrás de unas cortinas y conducido prisionero al
destructor Barcaiztegui, anclado en el puerto de Barcelona. Mientras, en
Asturias, Prieto había llevado a cabo la entrega de armas a los mineros de allí
y seducido a éstos para que se levantaran frente a la derecha, ahora en el
gobierno con el respaldo mayoritario y la anuencia de Gil Robles.
Goicoechea y otros agrarios, al
igual que el mismo Gil Robles de la Ceda, viajarán a Munich, Berlín, como a
Roma, en busca de la ayuda de Mussolini y de Hitler. Esto sucede allá por el
año 34, momento en el que estos dictadores tienen en mente el proyecto de
conquista de Europa e imposición de su dictadura.
Bowers, cada vez que le llegan
noticias de prensa del exterior sobre incidentes, se desplaza por toda España,
lo que le permite conocer bien el país, al igual que las gentes, lo que le sirve
para sentir por su geografía, como por los españoles, una simpatía y un cariño
que conmueve y que hallamos en numerosas páginas
.
Goebbels, en su tarea de zapa
propagandista, va comprando voluntades periodísticas , lo que este embajador
descubre y denuncia a su Secretaría de Estado, sin que por ello ni entonces, ni
después, se percaten que Hitler y Mussolini, se van confiando en el silencio de
Chamberlain en Gran Bretaña y Bonnet, en Francia, para crecerse, ya que la
Sociedad de las Naciones, en Ginebra, nada hace para detener la creciente
beligerancia de Alemania e Italia.
Esta última entra en Abisinia y
derroca a su monarca.
Azaña será liberado, ya que todo
lo que se dijera de él era totalmente falso, razón por la que en su cárcel
escribió un libro en su propia defensa, que tuvo un éxito editorial nunca antes
conocido.
DE ahí a los discurso en
Lasesarre, Valencia y Comillas, donde se dieron cita más de quinientas mil
personas, logran que se forme un Frente Popular, donde toda la izquierda hará
causa común para recuperar el poder y, además, echar a Niceto Alcalá Zamora de
la presidencia de la República
.
Los anarquistas siguen afrentando
al Estado, lo mismo que la Falange, razón por la que es detenido su fundador, Jose Antonio Primo de Rivera, y
los asesinatos se suceden de continuo, al igual que las provocaciones y la
contundencia de los discursos en las Cortes, donde todo son amenazas de unos
contra otros. Aparece el caso de l estraperlo que termina por reducir a la nada
al partido Radical, envuelto también en corruptelas su líder Lerroux, el
antiguo republicano el “Emperador del Paralelo”, como era conocido en
Barcelona, este antiguo charnego de La Rambla de Córdoba, de donde era natural.
El comunismo sigue teniendo poca
presencia, ya que de los 350 diputados, sólo 4 obtienen escaño, razón por la
que el mismo Stalin tiene claro que será muy difícil, por la mentalidad
individualista de los españoles, que amplíe su base en España
.
Frecuentes son sus viajes a
Toledo, enamorado como está de la pensión donde Cervantes se alojaba, como por
el dédalo de sus calles, como también de Granada, de cuya belleza se prenda, al
igual que de la costa malagueña, donde buen número de británicos se alojan
frente al mar.
Suele ir a los Paradores y, salvo
su visita a Almería, que la ve muy pobre y silenciosa, cualquier ciudad o
pueblo de España le cautivan.
En los almuerzos, cenas y
encuentros con los políticos e intelectuales, irá conociendo a la mayoría de
los más relevantes, con quienes se encuentra con mucha frecuencia.
Pero la impaciencia de las
derechas, el miedo de los terratenientes y la oligarquía bancaria, junto con la
persisten labor publicitaria de los alumnos aventajados de Goebbels, mientras
Azaña era nombrado Presidente de la República, y Prieto declinaba ser su presidente
de Gobierno, con motivo de las elecciones de Febrero del 36, junto a los
preparativos en los cuarteles de golpistas como sanjurjo, Mola, Queipo de
Llano, Orgaz y un puñado más de generales, entre los que titubeaba Franco, la
muerte de calvo Sotelo, terminaron por dar el pistoletazo de lo que ya habían
preparado y confiaban que fuera un Golpe de Estado rápido.
Desde Melilla y el norte de
Africa, ayudados por los aviones enviados por Mussolini, los rebeldes cruzaron
el Estrecho y con la ayuda de Queipo de Llano, cuñado del depuesto Presidente
de la República, Alcalá Zamora, y horrendos crímenes sobre la población,
mientras Madrid, Barcelona , Bilbao y Valencia , el pueblo ahora armado hacía
frente a la sedición, cortaban en seco el rápido avance de las fuerzas
rebeldes, que fueron ayudados con innumerables tanques, aviones, estrategas y
soldados de Italia, engañosamente como legionarios, y los nazis.
Cuando la República se disponía a
adquirir las armas para su defensa, Chamberlain como Bonnet y los ministros de
los gobiernos francés y británico, parieron la idea de la No Intervención, con
lo cual la República sólo podía adquirir armamento a contrabandistas y, en
último caso, a Rusia, que bien caro lo cobró, con el oro que Negrín embarcó
destino el puerto de Odesa.
La mayoría del cuerpo
diplomático, como él mismo, residiendo en San Juan de Luz, muestran grandemente
sus simpatías hacia Franco, no así él.
Durante ese período de guerra, de
destrucción, tanto en los asesinatos que hacen los moros en ocamos y vd,
llevaba razóbadajoz, como los fusilamientos ordenados por el hijo de un
socialista, ahora en las filas del comunismo, que todos hoy sabemos fue
Santiago Carrillo, constatamos con palabras de él que fue el responsable de los
asesinatos en Paracuelos.
Mientras los alemanes, los italianos y los moros
hollan nuestro país, con la colaboración de las fuerzas falangistas y los
requetés navarros y su lento avance, en lugar de seguir directamente hacia
Madrid, su defensa heroica, les obliga a ir conquistando el país, ciudad por
ciudad, pueblo por pueblo, casa por casa, excepción hecha en el país Vasco,
donde el cacareado “muro de hierro” solo fue un bluff y el lugar de los
enfrentamientos continuos entre los dirigentes políticos para dirigir la guerra
o negociar con el vaticano la deserción. No digamos ya Cataluña, donde fue un
paseo miliatr tras la derrota en la batala del Ebro, que el campesino no supo
sujetar, contrariamente a Madrid, donde la población y unos poco generales, que
habían sido abandonados a su suerte, logran frenar el avance de las fuerzas
rebeldes y no se rendirán.
La conclusión de este libro es la
gran tragedia de España, de una tierra maravillosa, por sus gentes, su pasado,
su cultura y su historia. La llegada al poder de una burguesía y una clase
intelectual destacada, como de una cercanía de intelectuales, médicos,
ingenieros, abogados y periodistas ilustres, que conociendo los problemas: enseñanza,
el campo y las autonomías, aún cuando en enseñanza hicieron con Fernando de los
Ríos un trabajo increíble, tanto en el número de escuelas, dotación, recursos y
maestros, como el los planes para mejorar la injusticia en el campo, sin
embargo, las violencias de catalanes como Maciá, aquel coronel de la cabalería
española, Companys y otros, nada facilitaron, cuando además obstaculizaron el
buen desempeño republicano, al igual que la CNT y los demás grupúsculos
anarquistas.
“Nos equivocamos y vd. llevaba
razón, le confesará Roosevelt , cuando
se percata que las invasiones de Checoslovaquia y de Austria, por parte nazi,
venían precedidas de los ensayos y el armamento utilizado como banco de pruebas
en suelo español para la guerra de implantación fascista en Europa y el derribo
de las democracias, que Claude G. Bowers supo ver desde el principio, como también
Azaña, cuya democracia fue abandonada por las supuestas naciones amigas
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