jueves, 19 de octubre de 2017

TENSION ENTRE ESPAÑA Y BELGICA POR CATALUÑA

TENSIÓN ENTRE ESPAÑA Y BÉLGICA POR CATALUÑA

Con profunda amargura para mí, los diarios de estos días traen a la palestra las declaraciones del primer ministro belga, Sr. Charles Michel, muy desafortunadas desde mi punto de vista, quizás no por mala fe y sí por ignorancia, razón por la que con el amor que siempre le tendré a Bélgica, pues a partir de los años setenta a mis padres, a mis hermanos y a mí, nos acogieron con la generosidad y fraternidad que a ellos les caracteriza y contribuyeron en nuestra formación, en relación a los acontecimientos vividos en Cataluña actualmente, este humilde empresario andaluz, que ha trabajado y comercia con catalanes, como con fabricantes del mundo entero, se permite exponerle públicamente al Sr. Charles Michel algunos de los errores en los que creo incurre
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Sin profundizar en la antigüedad de la nación española, forjada con los Reyes Católicos, y la estrecha relación que siempre tuvimos con Flandes, en cuya  bellísima Gran Plaza de Bruselas se vieron los fastos del traspaso de poderes de Carlos V en su hijo Felipe II, o delante de las murallas de Namur falleció Juan de Austria,  vencedor de los turcos en Lepanto, o disfrutamos de las embajadas  y bellas obras pictóricas del insigne pintor Rubens o Vives con su amistad con Erasmo de Rotterdam, o de una mujer española excelsa por su humanidad ay amor de esposa, la reina Fabiola, además de llevar allí de antiguo nuestra lana, el oro que extraíamos de las minas de Potosí o con el descubrimiento de América y su conquista,  también para Europa la patata, hecho arte en casetas ambulantes en el Sablon o en Saint Josse,  o la transformación del chocolate, obra maestra en las manos de confiteros belgas.  Que decir de las tropas walonas,  que acompañaron a nuestros ejércitos en Italia o en los diversos frentes donde la monarquía española luchaba para sostener al Papa y al catolicismo, muy a menudo en perjuicio de la misma Castilla, también con las sombras de tan gran nación, como también conoció Gran Bretaña o la misma Bélgica, en el Congo bajo el reinado de Leopoldo II, y a menudo en toda gran obra humana y en siglos tan alejados de nuestro pensamiento actual.

Dicho cuanto antecede, es cierto que Cataluña, que siempre perteneció a la corona de Aragón, cada vez que ha existido una crisis económica, sus élites han sabido ejercer la presión necesaria para que, ayer con la monarquía de Alfonso XII y XIII, tras la pérdida de Cuba en 1898, le concedieran cuanto solicitaban, aunque fuera en detrimento del resto de los pobladores españoles, teniendo mayor relevancia en época del dictador Franco, cuando in gentes masas humanas de Andalucía, Castilla, Galicia, Aragón y Canarias, fueron la mano de obra barata para su desarrollismo y el incipiente turismo de los años 60 y con el señuelo de una región histórica, todas en España lo son, y diferencial, falso, pues cualquiera puede constatar que no existe ningún rasgo fisiológico que distinga a un vecino de Viladecans de otro de Mojácar, ni para los hombres ni en las mujeres, todas igual de bellas
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Es bajo la influencia del abogado Prat de la Riba, en los siglos XIX y XX, con un libro que edita en catalán, La Nacionalitat catalana y que tiene una enorme difusión, el romanticismo, como la unión de las diputaciones, las Bases de Manresa y las diferentes crisis económicas, muy grave la de 1918, cuando el anarquismo se hace muy presente y se expande por toda España, donde un anarquista italiano intenta un magnicidio en la persona de Alfonso XIII  la británica Victoria Eugenia. Y que en la Segunda República daría lugar al triste suceso de Casas Viejas. Entonces la aspiración independentista no sería mayor de un 14% de su población, cuando brota la aspiración autonómica de Cataluña.

Pero qué ha pasado desde entonces hasta nuestros días. La Constitución española,  el año 1978, recibe en Cataluña su mayor refrendo y por esa época, las ansias independentistas sólo alcanzaban a un 20% de su población.

Esos independentistas de hoy, son en su inmensa mayoría hijos o nietos de emigrantes, llamados despectivamente por los catalanes “charnegos”, que, por razones que sicológicamente deberían ser estudiadas, su afán de integrarse en ese elenco, su aspiración de borrar un pasado y unas raíces foráneas a Cataluña, han servido de espolique a esa burguesía catalana que, antes, sólo aspiraban a una mejora económica y que hoy, cuentan con esa fuerza de choque para conseguir mayores ventajas, sin darse cuenta que se les iba de las manos y que detrás de ellos están los antisistema, los anticapitalistas y la plata de financieros sin escrúpulos como Roures o el austrohúngaro y hoy nacionalizado norteamericano Soros, que, junto a las fuerzas oscuras del Kremlim, buscan dividir a Europa y romper el sueño de hombres como Adenauer, Jean Monnet, Robert Schuman o Paul-Henri Spaak.

Esa población de trabajadores, de menestrales, que ni siquiera en la Segunda República, a pesar de los intentos de Companys y la integración de Esquerra Republicana en la órbita de Azaña, en su mayoría emigrantes, nunca comulgó con ese catalanismo xenófobo y patriotero, sin embargo, desde hace cuarenta años, con el trabaja sordo,  silencioso y sórdido hecho por sus responsables de gobierno,  en particular el Sr. Pujol, en su propio beneficio, gracias a las mordidas del tres por ciento de comisión que le entregaban a él y a su partido cualquier constructor que hiciera una obra pública en Cataluña, junto a una escuela y universidad manipulada y teledirigida, aprovechando la prensa y la televisión, como organismos que disfrutan de subvenciones de ese mismo gobierno autónomo, y una policía autonómica politizada,  han dado lugar a que esos hijos y nietos de emigrantes, sean las fuerzas de choque, los abanderados, el ariete,  de una aspiración independentista y de una frontera frente a sus otros hermanos de más allá del Ebro, pues todos esos dirigentes que hoy son portada, como Puigdemont, cuentan con abuelos que vinieron de Andalucía o de Murcia, o son hijos de guardias civiles, como Trapero o Carod Rovira, que después del atentado de ETA en el supermercado Hipercor, negoció con la banda asesina para que no lo hicieran más en Cataluña y sí en el resto de España. Caso también de la Crida, movimiento cercano a ETA y uno de sus dirigentes, Sánchez,  hoy está en la cárcel por su llamamiento al odio y la secesión.

El Estado español, con sus fuerzas del orden a la cabeza, en un referéndum fraudulento y fuera de la ley, abandonados por la policía regional, llamada Mossos, se vieron obligados a cumplir lo que la Justicia les ordenaba, como uno de los pilares de la democracia, mientras esos catalanistas ponían en primera línea a personas mayores y a niños, sin ningún rubor, en aras de buscar fotos, que después se ha demostrado que en su mayoría eran falsas y tomadas a esos mismos Mossos cuando repelían otras manifestaciones o llegaban a matar a un empresario en las calles de Barcelona. ¿Qué podía hacer la policía nacional y los guardias civiles, cuando eran agredidos, sus vehículos destrozados o acorralados? ¿Acaso en Bélgica a los Jihadistas, en las manifestaciones violentas y en las huelgas, la policía belga le entrega flores a los agresores? ¿Acaso a un violador cuando un policía belga lo detiene in fraganti, también le ayuda a ponerse los pantalones, o se ve obligada a reprender el delito de inmediato? La Policía nacional y la Guardia Civil han cumplido con el mandato de la Justicia y,  gracias a su pericia y la serenidad demostrada hoy no tenemos que lamentar ninguna desgracia, a pesar de la exaltación de los manifestantes y del odio de sus expresiones faciales.

¿Acaso su gobierno, al N-VA de Flandes o al Rassemblement Wallon de la Wallonía, les concede embajadas, que obstaculizan la gestión general de Bélgica, como sí hace el gobierno de Cataluña, mientras no pagan a los proveedores y España ha de hacerlo para que las farmacias o los servicios públicos de Cataluña sigan funcionando? ¿Acaso en Bélgica, un gobernante federal cobra más que el mismo Primer Ministro? Pues en España, sí ocurre.

Ya en 1933, España fue el escenario de un ensayo que llevaría a Europa a su segunda guerra mundial. La  vergonzante actuación de Neville Chamberlain, firmando un tratado con Hitler en Munich y más tarde Lebrum, Leon Blum o el mismo Pétain, entregando Francia a los nazis y los fascistas y abandonando a su suerte a hombres de la talla como Azaña, que había sido condecorado con la Legión de Honor, hoy, en una de sus regiones más prósperas y dinámicas y más queridas por todos los españoles, unos populistas quieren romper las reglas de juego a su conveniencia y a su modo, sin para nada tener en cuenta la solidaridad con el resto de sus compatriotas españoles, ni que están siendo los peones en un tablero de ajedrez donde se juega el futuro de Europa, que mueven nuestros enemigos.

España, gracias al reinado de don Juan Carlos I y de su hijo Felipe VI, como a la Constitución y a la democracia imperante, ha logrado superar una guerra civil e integrarse donde siempre formó parte y donde siempre tuvo una presencia histórica y donde pertenece, : Europa. España y los españoles, hoy esperamos de esa Europa moderna,  el respaldo y la solidaridad que no tuvimos la suerte que le dispensaran Francia y Gran Bretaña en 1936, y sí regímenes como la Alemania Nazi o la Italia de Mussolini, y más tarde en su total abandono, la URSS de Stalin. Que esta lección de un pasado no tan lejano, que ese esfuerzo titánico para superar fronteras, para saltar barreras y para unir corazones y talento, una minoría antidemocrática regionalista, nunca pueda subvertirla y abrir la caja de Pandora que los enemigos de Europa desearían para que se fracture lo que tanta paz y prosperidad a todos nos ha dado.

Nos queda mucho por andar, es indudable que los gobiernos del Estado español han cometido gravísimos errores, entre el principal perder el control en Cataluña y depositarlo en manos de un malhechor como Pujol y de un partido corrupto como los que hoy están en el PdeCat y entre ellos Puigdemont. Aún no hemos superado la crisis económica, tenemos unas elevadas tasas de paro, una ingente población juvenil que sigue viéndose obligada a emigrar, problemas de sequía en el agro español, que proyectos de trasvases seguro mejorarían en beneficio de todos y como huerta de Europa que es hoy Almería. Problemas en los planes de educación, que con cada partido político que accede al gobierno se modifican, y, como no, una enorme corrupción en los dos grandes partidos hegemónicos, razón por la que han brotado populistas, de sentimiento comunista arcaico,  tales como Podemos o la alcaldesa de Barcelona, señora Colau, que nada bueno aportarían de prosperar su pobre catecismo político. Y la ciudadanía en general, hemos callado y aprobado los desmanes y corruptelas de esos partidos como también de nuestra propia actitud vital, con nuestra aquiescencia y silencio.
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Hace falta, pues, una regeneración, seguro, pero hoy España, su gobierno actual, está soportando la mayor presión que se pudiera imaginar y, aún cuando no sea santo de devoción de quien firma esta misiva, sin embargo merece todo nuestro apoyo y respeto, como el agradecimiento por el esfuerzo que está haciendo para que se cumplan las leyes, para que España no se rompa y para que ésta no sea la espita de la desintegración de Europa, si Bruselas, si el Sr. Michel, si todos los gobiernos de Europa, si todas las democracias se percatan del apoyo y de la solidaridad que hoy necesita España, a buen seguro que nunca más habrá nadie que se exprese en contra de quien es la víctima hoy día, los Españoles y sus instituciones democráticas.

España de antiguo tuvo tres graves problemas: la Reforma Agraria, la Iglesia y el Estado de las Autonomías. La reforma agraria se ha llevado a cabo gracias a la laboriosidad de su campesinado, con un aprovechamiento del agua en el Sureste español que es de admirar. La Iglesia, hoy día, sólo tiene una presencia testimonial en la política española y ya no cuenta con el peso tan enorme y la influencia tan desmesurada del pasado, aún cuando todavía es de tener en cuenta. Las Autonomías, impulsadas por Azaña, con la democracia y con los gobiernos de Suárez y Felipe González, adquirieron una dimensión que se tendrá que corregir vistos los problemas acaecidos en Cataluña y el estado tener más control y una mejor observancia de la educación y de la prensa, radio y televisión, en manos de las fuerzas secesionistas. El ejército, secular problema, es hoy otro de los pilares al servicio de los gobiernos democráticos. Por tanto, es en las políticas de empleo e igualdad, como en las autonomías, donde se tendrá que desarrollar un trabajo de equilibrio y de igualdad entre todas.
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Si el Sr. Michel lo tiene a bien, estoy a su disposición para documentarle humildemente más ampliamente sobre quien es quien en esta España, pues por mi profesión me precio de conocer muy bien su geografía y a sus pobladores, que lucha por su futuro en este desafío catalán, de manera a que tenga una mejor visión del problema y para que ese 60% de catalanes que también se sienten profundamente españoles, nunca se vean separados de quienes ayer y hoy son sus compatriotas y con quienes aspiran a un proyecto común en Europa de solidaridad, libertad y progreso, pero, por favor, no se confunda quien es hoy la víctima y quienes quieren ser y son los verdugos.

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