jueves, 25 de enero de 2018

LA HISTORIA DE LOS JUDÍOS, DE PAUL JOHNSON

LA HISTORIA DE LOS JUDÍOS, DE PAUL JOHNSON

En sus más de novecientas páginas, este libro del ilustrado Paul Johnson, nos informa de la historia de los judíos, desde Abraham, hasta la más reciente del sionismo.
Es también la historia de la humanidad, pues ellos con su creencia en un Dios sólo, en la llegada de un Mesías, sin embargo, contribuyeron en la aparición del cristianismo, para posteriormente también brotara n los seguidores del Corán.
Empieza por mostrarnos a los israelitas, a los pueblos que iniciaron esta ingente obra, en la “que la Ley someta a la montaña”, que dirá Moisés, luego vendrá el judaísmo, de una de las tribus, cuando además hubo cuatro grandes períodos formadores en la historia judía: el de Abraham, el de Moisés, el del Exilio y la primera parte del postexilio, y el de después de la destrucción del Segundo Templo.
El Mesías o el rey ungido. La palabra era originariamente hebrea, después fue aramea, y sencillamente se transliteró al griego para convertirse en messias; pero la palabra griega que significa el ungido, es “christos”, y es significativo que el título atribuido a Jesús fuese el griego, y no el hebraíco.
Cuando Herodes el Grande, aliado de los Romanos, supo que había nacido el Mesías o Cristo, reaccionó violentamente, como una amenaza a su dinastía.
El padre de Jesús que era carpintero, falleció antes de que éste se bautizara, en 28-29 d.C. En el Nuevo Testamento griego José tiene un nombre hebreo, pero la madre de Jesús se llamaba María, forma griega de Miriam. Dos de los hermanos de Jesús, Judas y Simón, tenían nombres hebreos, pero otros dos, Santiago (en hebreo Jacob) y Josés (en hebreo José) no los tenían, y Jesús era la forma griega de Josué. La familia afirmaba descender de David.
La auténtica religión judía, mucho antes de la construcción del Templo, era universalista y carecía de localización.
Los judíos no podían aceptar la divinidad de Jesús como hombre creado por Dios sin rechazar el postulado básico de su creencia. Los cristianos no podían admitir que Jesús fuera algo menos que Dios sin rechazar la esencia y el propósito de su movimiento. Si Cristo no era Dios, el cristianismo no era nada. Si Cristo era Dios, el judaísmo era falso.
Habiendo perdido el reino de Israel, los judíos convirtieron la Torá (todo el cuerpo de la Ley y el saber judíos, o el Pentateuco) en una fortaleza de la mente y el espíritu, donde podían morar seguros e insatisfechos.
La caída de Jerusalén tiene lugar en 70 d. C.
Los judíos cuentan con la Ley Oral, o Mishná, que significa repetición o estudio, pues inicialmente se la memorizaba y recapitulaba, mientras que el Talmud, significa estudio o aprendizaje. Un principio importante de esta Mishná era que cada hombre es un símbolo de toda la humanidad, y quien destruye al hombre destruye en cierto sentido el principio de la vida, del mismo modo que, si salva a un hombre, rescata a la humanidad.
Según ellos todo provenía de Dios y el hombre simplemente gozaba del uso temporal de estos dones.
En toda la gama de proceder humano, la consigna judía era la continencia o la temperancia, no la abstinencia.
Para ellos tres cosas sostienen la existencia del mundo: la justicia, la verdad y la paz.
En este devenir, Roma y Bizancio, en el siglo XI, rompían definitivamente, por las innumerables controversias y la autoridad central de la Iglesia de Pedro.
Al igual que el cristianismo, el islam fue originariamente un movimiento heterodoxo en el seno del judaísmo, que se separó hasta el extremo de convertirse en una religión distinta y después desarrolló rápidamente su propia dinámica y sus características.
Mahoma quiso destruir el paganismo politeísta de la cultura de los oasis, ofreciendo a los árabes el monoteísmo ético judío en un lenguaje que ellos pudieran entender y en términos adaptados a sus costumbres. Aceptó el Dios judío y a sus profetas, la idea de la ley fija reflejada en la escritura –el Corán como sustituto árabe de la Biblia- y el agregado de una Ley Oral aplicada en los tribunales religiosos.
Mahoma empezó a desarrollar una religión distinta cuando comprendió que los judíos de Medina no estaban dispuestos a aceptar su arbitraria versión árabe del judaísmo.
En el Tercer capítulo, dedicado a la catedrocracia, nos refiero como en 1168, un viajero judío llegado de España, Benjamín de Tudela, probablemente un mercader de piedras preciosas, visitó la capital bizantina de Constantinopla, y escribió un libro de viajes en el que narra sus extensos recorridos por el Mediterráneo.
Entre los siglos VIII y XI, la región donde más prosperaron los asentamientos judíos fue la península ibérica, aunque con los reyes visigodos se aplicó una política teocrática de antisemitismo sistemático. De modo que cuando los musulmanes invadieron la península en 711, los judíos los ayudaron a dominarla, y a menudo formaron la guarnición de las ciudades capturadas, mientras los ejércitos árabes continuaban su avance. Así sucedió en Córdoba, Granada, Toledo y Sevilla. Y, en efecto, más tarde, los geógrafos árabes aluden a Granada, así como a Lucena y Tarragona, denominándolas “ciudades judías”. Córdoba se convirtió en la capital de la dinastía Omeya, cuyos miembros se autodesignaron califas y trataron a los judíos con gran favor y tolerancia. Allí, como en Bagdad y Kairuán, los judíos no sólo eran artesanos y comerciantes, sino médicos.. Córdoba sería el principal centro de la cultura judía en el mundo.. Había comunidades judías importantes y acomodadas por lo menos en cuarenta y cuatro ciudades de la España omeya, y muchas tenía su propia yeshivá (Academia rabínica). Fue pues un modo de vida amable, fecundo y satisfactorio, que los judíos no volverían a encontrar en ningún otro lugar hasta el siglo XIX.
Sin embargo, la llegada de los Almohades, con su fanatismo, en el año 1146, ocasionó el cierre de las sinagogas y las yeshivot. Fueron obligados a portar una túnica azul especial con mangas absurdamente anchas, y en lugar de un turbante, un largo gorro azul que tenía la forma de una barda de burro. A cuantos se les permitía prescindir de este atuendo, sin embargo, tenían que llevar prendas amarillas.
Maimónides, o Moshé ben Maimón, nacido en Córdoba el 30 de marzo de 1135, se vió forzado a emigrar, después de haber errado por España, terminando por instalarse en Egipto, en Fustat, donde adquirió reputación mundial como filósofo y médico, además de jefe de esa comunidad judía.
También España contó con otro gran comentarista de temas talmúdicos, como fuew Ramnan (1194-1270). En 1280, lo sería de la cábala, Moshé ben Shem Tov de León, con su gran obra del Zóhar.
En Ruán, Francia, empezarían los pogromos.
Ya en el siglo XIII, los dominicos y los franciscanos se iban paulatinamente apoderando de la universidad y de importantes obispados. Aún así en la Alta Edad Media, incluso a principios del siglo XIV, la península ibérica era el territorio latino más seguro para los judíos. Durante mucho tiempo fue un lugar donde los judíos y los cristianos tenían más probabilidades de reunirse para debatir que de liarse a golpes. Sin embargo, ya en el siglo XIV, los judíos estaban ya en una permanente decadencia relativa, también en España.
Es el 31 de marzo de 1492 cuando los RRCC firmaran el Edicto de Expulsión, promulgado un mes más tarde, que expulsaba físicamente de España a todos los judíos que no aceptaran la conversión inmediata. Entonces había unos doscientos mil judíos que vivían en el reino.
Eran una cabeza de puente del mundo latino en la cultura árabe, y viceversa, así como vehículos de la ciencia y la filosofía clásicas. Los sefardíes (judíos españoles) fueron artesanos brillantes en metales y piedras preciosas, matemáticos, fabricantes de instrumentos de precisión, dibujantes de mapas exactos y creadores de tablas de navegación.
Cristóbal Colón fue legalmente genovés, aunque no escribía italiano y esposible que proviniese de una familia española de origen judío. El apellido Colón era usual entre los judíos que vivían en Italia.
Descendientes de esos emigrados españoles fueron Montaigne, cuya madre Antoinette de Louppes (López) o el filósofo holandés Spinoza, hijo de un refugiado sefardí que se convirtió en un exitoso mercader holandés. Por oficio era un erudito y pulidor de lentes. Con veinticuatro años fue expulsado de la casa de su padre y, poco después, también de Amsterdam. Escribió una apología en castellano a favor de sus opiniones poco después del herem (excomunión). Jamás en su vida se encolerizó, pese a las muchas provocaciones. Dirá: “el odio se acrecienta al corresponderlo; en cambio es posible destruirlo con el amor. El odio vencido completamente por el amor se transforma en amor y por tanto, el amor es más grande si el odio no lo precede” También escribiría en castellano el rabino sefardí en Londres, David Nieto (1654-1728).
En el capítulo 4, el gueto, sabemos que la diáspora sefardí que comenzó en 1492, seguiría la de Portugal, en 1497, empezaba para ellos una vida errante y nuevas expulsiones de los lugares a los que llegaban en masa de manera indigente.
Lutero los atacaría también en su panfleto Von den Juden und ihren Lügen (Acerca de los judíos y sus mentiras), publicado en Wittenberg, que puede ser considerado como la primera obra del antisemitismo moderno y un paso gigantesco en el camino que condujo a Alemania al holocausto judío. En primer lugar, señaló, habría que incendiar sus sinagogas, y lo que reste debería ser enterrado en polvo, de modo que nadie pueda reconocer una piedra o una pavesa.  Ya  antes había conseguido que los judíos fuesen expulsados de Sajonia en 1537 y también de muchas otras ciudades, mientras Carlos V los tuvo de aliados en las dietas de Augsburgo (1530), Speyer (1544) y Ratisbona (1546), lo que impidó que fueran expulsados de esas ciudades.
No obstante, Guillermo de Orange, más tarde Guillermo III de Inglaterra, fue financiado y aprovisionado por un grupo de judíos sefardíes holandeses que operaban desde La Haya, llamados Antonio Machado y Jacob Pereira. En 1688 la familia López Suasso adelantó a Guillermo dos millones de florines para financiar su invasión de Inglaterra. Cuando Guillermo aseguró su dominio en Inglaterra, muchos financieros judíos se trasladaron a Londres, encabezados por Isaac, hijo de Pereira., convirtiéndose todos ellos en un elemento fundacional del mercado financiero de la City.
También destacaron los Manasseh López, los Gideon y los Salvador, evitando con su ayuda económica la estabilidad de los mercados londinenses y el desastre financiero de la Compañía de los Mares del Sur..
Además de crear las letras de cambio, los judíos inventaron los títulos al portador, el otro modo impersonal de desplazar el dinero.. Apoyaron enérgicamente la aparición de las instituciones que promovían los valores papel: los bancos centrales, encabezados por el banco de Inglaterra (1694), con su derecho legal a emitir billetes y las bolsas de valores. También dominaban la bolsa de valores de Amsterdam, además de retener grandes cantidades de acciones de las Compañías de las Indias Occidentales y Orientales. Famoso fue Josef de la vega.
Impulsaron el crédito y la popularización de los valores papel., concibiendo el mundo entero como un solo mercado.
Tal fue su predominio que en el siglo XVIII, los historiadores de la economía se han sentido tentados a considerarlos la fuerza principal que creó el sistema capitalista., donde la competencia era ilimitada y la única ley consistía en complacer al cliente.
Los judíos fueron los prrecursores de la exhibición, la promoción y la publicidad. Apreciaron la importancia de la economía de escala, en reducir los precios, a elaborar un producto inferior y mas barato y venderlo en un mercado popular. Ase mercado se dirigían porque era lo que podían pagar los pobres. Venían una diversidad de productos para obtener una mayor rentabilidad y vendían a menudo los “saldos”, aceptando que el consumidor era el árbitro, contrariamente a otros comerciantes. El cliente siempre tiene razón. Hicieron un gran uso de la información comercial.
Famosos fueron las familiasde los López, los Mendes de Burdeos, los Cárceres de Hamburgo, los Sassoon de Bagdad, los Pereira, los D’Acosta, los Conegliano y los Alhadib, quienes consideraban que el valor varía en el espacio y el tiempo. Llevar las mercancías apropiadas al lugar conveniente y en el momento oportuno, es la esencia del éxito comercial. Siempre lo fue.
Aportaron en el siglo XVIII un enérgico espíritu de racionalización, la creencia de que los modos vigentes de hacer las cosas nunca eran bastante buenos, y que podían y debían hallarse modos mejores, más fáciles, más baratos y más rápidos. No había nada misterioso en el comercio judío, tampoco nada deshonesto, simplemente la razón.
La catedrocracia, es decir, una sociedad gobernada por hombres cultos. Donde existen eruditos, estallan las controversias y circulan las ideas .
El judío es el protestón por excelencia, y, aunque sea de mala gana, la tradición judía asigna un lugar al que protesta.
Y llega la emancipación judía, cuando cuando un jovencito Benjamín Disraeli, ministro y político británico,  es bautizado en la iglesia anglicana de Saint Andrew, Holborn, hecho análogo que tiene lugar en la ciudad alemana de Tréveris, conocido como Karl Heinrich Marx, siendo su abuelo rabino, pensador judío y también antijudío, como también lo fueron muchos de los jerarcas españoles de la Inquisición. La teoría del comunismo fue el producto final del antisemistismo teórico de marx
Entran también en escena los Rothschild, que se dan cuenta que no pueden imponer a sus hijos la titánica lucha contra tantos enemigos de los judíos para poder prosperar, hasta alcanzar la rama británica el ennoblecimiento por parte de la monarquía de las Islas.
Los Rothschild venderán bonos a los Habsburgos, financian el primer ferrocarril austriaco, los primeros trenes franceses, financian al nuevo rey de Bélgica, mientras en Fráncfort representan a una docena de tronos alemanes. En Nápoles recaudan dinero para el gobierno local, lo mismo que en Cerdeña, Sicilia y los Estados Pontificios.
También se lanzan en los negocios telegráficos, como también a Paul Julius Reuter (1816-1899), originariamente Israel Beer Josaphat.
También es judío el paradigma de la cultura alemana, Heine, el último poeta del romanticismo. Nació en Düsseldorf y enterrado en el cementerio de Montmartre, en 1941, por orden personal de Hitler, se procedió a profanar su tumba.
El socialista alemán Ferdinand Lassalle, que cambió su nombre que era Lasal, fundador del socialismo alemán como movimiento de masas. Crearía más tarde la primera gran federación de sindicatos alemanes y fundaría la social democracia alemana. Muchísimos judíos jóvenes siguieron el mismo camino.idades, aunque nunca se aplicaron rigurosamente.
Sin embargo, en el siglo XIX, se acumularon una enorme masa de leyes que discriminaban a los judíos y regulaban sus actividades.
Rusia fue el único país europeo que en esta época tenía el antisemitismo como política oficial del gobierno. Desde la organización de pogromos hasta la invención y publicación de los Protocolos de los sabios de Sión. El propósito del gobierno era reducxir la población judía del modo más rápido y expeditivo posible.. El primer pogromo se produjo en Odesa. Instigado por los comerciantes griegos, en 1870.
Los nazis utilizaron exactamente la misma técnica de legislación que incitaba la violencia. De ahí que los treinta años que van de 1881 a 1911 fueran un largo calendario de actos antijudíos, razón por la que a partir de 1881, esta presión cruel y cada vez más sofocante ALENTÓ A LOS JUDÍOS, DOMINADOS POR EL PÁNICO, SALIERAN DE Rusia en dirección a Occidente. De estos emigrantes, más de tres millones fueron a estados Unidos, originando la creación de una gran comunidad judía urbana norteamericana.
En la isla de Ward, donde eran acogidos esos inmigrantes judíos en Nueva York, la poetisa Emma Lazarus (1849-1887), proveniente de una antigua y adinerada familia sefardí, traductora del gran poeta medieval Yehudá ha-Leví y del mismo Heine, esta española, contribuyó en la bienvenida a este enorme flujo de desesperados.
Pronto esos judíos de vendedores ambulantes a enormes y acaudalados empresarios, como los Sears, Roebuck, Julius Rosenwald, Bloomingdale, originario de Baviera, los hermanos Altman, los hermanos Straus, propietarios de Macy, Gimbles, Sterns. Hacia 1900, un millón de personas de habla yiddish en Nueva York, con numerosos periódicos y después propietarios también de periódicos de habla inglesa, el New York Times o el New York Post. Formaban el 29% de los habitantes y el grupo étnico más numeroso.
En 1859 los judíos contemplaban como Italia se convertía en estado, razón por la que ellos también empezaron a soñar que Jerusalém era la Roma de los italianos. A Palestina ya iban llegando periódicamente en reducido número, los judíos.
Lord Palmerston, secretario del Foreign Office, había apoyado activamente un modesto proceso de reasentamiento en palestina, mientras que su gran primer ministro, Benjamín Disraeli, había contemplado posibilidades más amplias. En su novela Alroy, describe los intentos de su héroe de devolver Jerusalén a los judíos, lo que repite en su otra obra titulada Tancred.
En 1840 ya había en Tierra Santa más de 10.000 judíos.
Con la derrota de Francia en 1870 y la pérdida de Alsacia y Lorena, brota poco después el caso Dreyfus, cuando los judíos residentes en Francia no pasan de ochenta y seis mil, de una población total de cuarenta millones de habitantes.
En Alemania sigue la presión contra los judíos, entre otros el mismo compositor Wagner, a pesar de que Giacomo Meyerbeer o Mendelssohn, llevaban en sus venas la sangre de los judíos.
En 1886 Alemania eligió su primer diputado declarado antisemita; en 1890, había cuatro; en 1893, diciséis. En 1895, eran mayoría en la cámara baja y en Viena.
Herlz termina su libro, Der Judenstaat (El Estado judío) y empieza su enorme tarea de que sean reconocidos como un pueblo y que se les conceda la soberanía sobre una faja de tierra con amplitud suficiente para acomodarlos.. No importaba donde, podía ser en Argentina, donde el millonario barón Maurice de Hirsch había instalado a seis mil en una serie de colonias agrícolas, o en Palestina, donde estos judíos estaban financiados por los Rothschild.
Nathan Birnbaum , jefe de los estudiantes judíos vieneses, acuña la palabra sionismo en 1893.
Palestina, entonces en manos de los turcos, para no ser irritados, los judíos cambian el término de Judenstaat por Heimstäte (Hogar), siendo Nordau quie traza gran parte del programa práctico del sionismo temprano. En Colonia le sucederá en la jefatura de la organización, Daniel Wolffsohn, también estaba ya Weizmann. Eligen los colores azul y blanco para la bandera sionista, “el color de nuestros taleds” (chal de oraciones)
Herzl se afirma en que Palestina es el único país donde nuestro pueblo puede descansar y rechaza la propuesta de Uganda.
Herlz, a su muerte, ya le había dado un avance de veinte años sobre su equivalente nacionalista árabe, lo que sería decisivo, como también el darse cuenta los judíos que Francia, tras el caso Dreyfus tampoco era la prometida tierra de libertad, como los terribles hechos de 1648 y 1881, por lo que una tierra les era necesaria.
En Alemania, los judíos alemanes mostraban una laboriosidad fanática. Conquistaban los nuevos premios Nobel: dos en fisiología y medicina, cuatro en química y otros dos en física, todos por trabajos realizados antes de la primera Guerra Mundial. Los hombres cuyos abuelos habían hablado yiddish, una lengua que carecía de términos referidos a la guerra, participaron en el conflicto de 1914-1918 y atesoraron más de 31.500 Cruces de Hierro.
Entre estos destacados alemanes judíos, están Freud, Zweig, Eistein, nacido en Ulm
Y llegamos al Holocausto, cuando una nación que tenía al mayor número de intelectuales, de universidades de tronío, la mayor pujanza industrial, el mayor respaldo a su cultura y la mayor integración de esos mismos judíos en la cultura alemana, y se llega al mayor genocidio humano nunca antes perpetrado.
El 9 de noviembre de 1914, en un discurso pronunciado en el Ayuntamiento de Londres, el primer ministro británico HBerbert Asquith anunció con entonación grandilocuente: “El imperio turco se ha suicidado”. Había seducido por la Alemania del kaíser, razón por la que el reino Unido iba a fragmentarlo y dar carta de naturaleza al sionismo
“hallegado el momento”, dirá Jaim Weizmann. Este hombre que con todas las adversidades impuestas por el creciente antisemitismo alemán, logró llegar a la Politécnica de Berlín, uno de los tres mejores centro de ciencias de Europa, pasar a Suiza y conseguir en Friburgo el doctorado en química, allá por 1899. Sin embargo, en la Universidad de Manchester enseñará bioquímica y descubrirá su vocación para promover el nacimiento del hogar nacional judío, con la ayuda del Imperio británico y de su clase gobernante.
Conoció al poderoso director del Manchester Guardian, a miembros de Parlamento, como Balfour, Winston Churchill, Lloyd George, todos ellor firmes partidarios del sionismo, también a Herbert Samuel, parlamentario del partido liberal, hijo del fundador de la entidad bancaria Samuel Montagu,
Cobró forma la idea de una repartición entre ingleses y franceses, de modo que los británicos se apoderasen de palestina, y los franceses de Siria y Líbano.
Balfour es nombrado secretario de exteriores en el gabinete de Lloyd George, así Balfour se convertía en un incondicional aliado sionista y desde el Foreign Office hacía un compromiso británico definido y público en pro del nuevo Sión. En 1917 las tropas británicas comenzaban la conquista de Palestina, donde ya vivían de ochenta a cien mil judíos, de una población total de seiscientas mil almas, todo el resto formado por árabes.
Se inició la colonización sionista de palestina en granjas colectivas voluntarias, llamadas kibbutsim. Acudía también Vladimir jabotinski, quien daría forma a la defensa de esta nueva colonia, en una organización clandestina de autodefensa, que se convertiría en el Hagganá, embrión de un ejército poderoso.
Sin embargo, desde el punto de vista político, un estado judío en Palestina significaba un peligro permanente para una paz duradera en oriente próximo, lo que afirmaban Allemby, el general Bols, jefe del estado Mayor británico y el mismo gobernador de Jerusalén, Ronald Storss.
En 1920 ya empezaron los ataques más firmes de los árabes en los asentamientos judíos en Galilea, a pesar de que la Declaración Balfour salvaguardaba explícitamente los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes.
Mientras los sionistas cuentan con la ayuda financiera de los Rothschild y el respaldo político de Gran Bretaña, los árabes cometen errores estratégicos y nombrar al gran muftí, Amín, un asesino, que abrirá entre los dirigentes judíos y árabes, un abismo que sigue hoy día en el siglo XXI
En 1920 en Israel surge la gran fuerza política de David ben Gurión, mientras en 1936 vuelve a haber un importante alzamiento árabe y los británicos se percatan que su mandato se resquebraja.
En esos años destaca la personalidad de Rosa Luxemburg (1871-1919), que se enfrenta a los mismos judíos de los que desciende, en manifiestos de una izquierda revolucionaria. Surgen también otros judíos y antijudíos, como bela Kun y Kurt Eisner (1867-1919) que dirige el alzamiento revolucionario de Baviera en noviembre de 1918 y encabezó la república hasta que fue asesinado, como también lo sería Rosa Luxemburg pocas semanas antes que Eisner. Judío y antijudío fue Trotski, nacido con el nombre de Liev Davídovich Bronstein. Trotski fue quien controló el ejército rojo y aseguró la supervivencia física del nuevo régimen comunista durante la guerra civil que estuvo a punto de destruirlo.
En el partido bolchevique los judíos ocupaban del 15 al 20% de los delegados, aunque activamente hostiles a los objetivos e intereses judíos.
Stalin era profundamente antisemita, mientras el único gran escritor judío que produjo la revolución rusa fue Isaak Bábel (1894-1940). Como Trotski un producto de Odesa, donde sus padres tenían una tienda. Autor de Caballería roja (1920) donde describe con detalles brillantes y aveces desalentadores, “la capacidad de matar a mis semejantes”. Fue detenido y probablemente fuese fusilado en las checas o los gulags de Stalin.    
En la Francia vecina de la guerra civil española, emergió como jefe de gobierno León Blum, socialista y escritor.   
Ya en estados Unidos, tanto en la costa oeste como en California, el cine y los estudios cinematográficos llevaban el inconfundible sello de los judíos. La Universal, la Twentieth-century Fox, la Paramount, la Warner Brothers, la Metro-Goldwyn-Mayer y la Columbia, además de la United Artists y la RKO Radio Pictures.
Casi todos estos judíos de la industria cinematográfica eran inmigrantes o descendientes inmediatos de inmigrantes. Eran pobres, algunos hasta la desesperación. De familias de doce o más hijos.
Aún cuando en estados Unidos se inició un movimiento antisemita y racista, como el Ku Klux Klan, es sin embargo en Alemania, la potencia europea más fuerte desde el punto de vista económico, militar y cultural, que su ataque a los judíos de 1933 a 1945, será feroz y el acontecimiento fundamental de la historia judía. Moderna. Alemania era con mucho la nación mejor educada del mundo. Fue el primer país que alcanzó la alfabetización universal. Entre 1870 y 1933 sus universidades fueron las mejores del mundo en todas las disciplinas. ¿Por qué esta nación tan civilizada se volvió contra los judíos en una exhibición de brutalidad colosal, organizada y al mismo tiempo insensata? En el siglo XIX el destino de Alemania y los judíos estuvo estrechamente entrelazado. Los dos pueblos se ayudaron  el uno al otro. Las dos cosas que compartían erra una consagración casi fanática al saber. Los judíos más capaces amaban a Alemania porque era el mejor lugar del mundo para trabajar. . La cultura judía moderna tenía un marco esencialmente germánico. Para Alemania, volverse contra los judíos no era sólo practicar el asesinato en masa, era en un sentido real, el parricidio en masa ¿Cómo sucedió?
Aún cuando el crimen más grande de la historia de la humanidad siga siendo desconcertante, cabe buscar sus raíces en la Primera Guerra Mundial. Después de terribles sacrificios y cuando Alemania confiaba en su ascenso a la grandeza, era derrotada y perdía la guerra. El pesar y la furia fueron impresionantes; y la necesidad de una víctima propiciatoria pareció imperativa.
Además esa guerra tuvo el efecto de transformar el modo en que esa sociedad desarrollaba sus actividades. La Alemania de la preguerra era respetuosa de la ley, había antisemitismo por doquier, pero la violencia física era inaudita, antialemana. La gguerra lo cambió todo. Acostumbró a los hombres a la violencia general y la desesperación.  El Armisticio de 1918 no trajo la paz a Europa central y oriental.
Tanto la izquierda como la derecha recurrieron a la violencia. Lenin y Trotski establecieron la pauta con su putsch en 1917. Los aliados e imitadores comunistas siguieron el ejemplo en Alemania, entre 1918-1920. Los judíos representaron papeles destacados en todos esos intentos de derrocar por la fuerza el orden vigente. El régimen comunista de Baviera incluía no sólo a políticos judíos como Gustav Landauer, Ernst Toller y Erich Mühsam. La derecha replicó usando ejércitos privados de veteranos, los Freikorps. En Rusia el recurso a la violencia favoreció a la izquierda, en Alemania, a la derecha. Los extremistas judíos como Rosa Luxemburg y Eisner sencillamente fueron asesinados. Dejó de ser desusado que se liquidase a los antagonistas judíos. Uno fue Walter Rathenau, secretario de Asuntos exteriores. Los tribunalers trataban benignamente a los matones que habían pertenecido al ejército.
Adolf Hitler ascendió sobre este fondo creado por la violencia de los ex veteranos extremistas. Era austriaco y había nacido en la frontera austro-bávara. Hijo de un funcionario de poca categoría, vivió en Liz y luego en Viena. Tenía una distinguida hoja de servicios en la guerra y fue gravemente afectado por los gases. En su obra Mein Kampf (1924) declara que sólo en su juventud cobró conciencia del “problema judío”, pero hay pruebas claras que su padre era un antisemita y que Hitler sufrió la influencia de las ideas antisemitas a lo largo de su niñez y su juventud.. Los judíos continuaron siendo durante el resto de su vida, su obsesión.
Así unió un pequeño grupo socialista, el Partido Obrero Alemán, con una brigada de matones que habían servido en el ejército, le asignó una plataforma antisemita y lo convirtió en un partido de masas, el Partido Obrero Nacional Socialista, con su ala militar de tropas de asalto, las STurmabtei-lung o SA. Las SA protegían sus propias asambleas y disolvían las de sus enemigos.
Alfred Rosenberg, alemán del Báltico, se convirtió en el principal teórico de los nazis. La rusa Gertrude von Seitlitz dio a Hitler los medios de adquirir en 1920 el Völkisher Beobachter y convertirlo en un diario antisemita.
El aspecto médico-sexual del antisemitismo de Hitler probablemente fue el más importante, sobre todo entre sus propios partidarios. Convirtió a los que meramente tenían prejuicios en fanáticos, capaces de desarrollar cualquier tipo de acción, por irracional y cruel que fuese.
Hitler llegóa a considerar a los judíos como bacilos o como un tipo particularmente peligroso de alimaña.
Un judío que ocupaba una cátedra, que escribía un alemán impecable, que había servido durante la guerra y recibido la Cruz de Hierro, era un contaminador racial tan peligroso como un comisario judeobolchevique.
La misma esfera académica alemana en su conjunto, lejos de ser un obstáculo opuesto al hitlerismo, colaboró en su avance hacia el poder. Cooperando la generación de profesores que alcanzaron la edad adulta en la última década del siglo XIX, contagiados con el antisemitismo völkisch y eran profesores veteranos en la década de 1920. También contribuyeron a ese ascenso de Hitler los académicos universitarios predicando la salvación nacional mediante panaceas y “renacimientos espirituales”, siendo en el ambiente de los estudiantes universitarios donde Hitler alcanzó mayor éxito. Fueron su vanguardia. En cada etapa del crecimiento de los nazis, el apoyo estudiantil precedió al apoyo electoral más general. Los nazis trabajaron en primer lugar a través de las fraternidades estudiantiles, las cuales en 1919 excluyeron a los judíos por razones raciales tanto como religiosas.
El éxito de los nazis respondió a a la disposición de un número suficiente de jóvenes fanáticos que se consagraron totalmente al esfuerzo, al igualitarismo y al programa radical del partido.
Los estudiantes estuvieron entre los primeros que organizaban boicots y peticiones masivas para obligar a los judíosa abandonar los cargos oficiales y las profesiones, y sobre todo la enseñanza; y estas formas derivaron hacia la violencia real.
No era que los profesores fueran pronazis, pero eran enemigos de Weimar y la democracia, y sobre todo se mostraban cobardes frente a actos estudiantiles que ellos sabían eran condenables. De este modo los nazis controlaron los claustros dos o tres años antes de apoderarse del país.
La atmósfera de violencia real que alimentó al nazismo estaba a su vez sostenida por la creciente violencia verbal y gráfica de los medios de difusión.
Los judíos en la política de Weimar tuvieron escasa representación excepto Rathenau y Rudolf Hilferding, ministro de Finanzas en 1923 y 1928, a pesar de que los judíos representaron un papel importante en la creación del partido Comunista Alemán.
Los judíos fueron ciertamente una de las razones principales del enrome éxito del cine alemán durante la década de 1920. Películas como el gabinete del Doctor caligari, con guión de Carl Meyer; Metrópolis dirigida por Fritz Lang. Directores como Ernst LUbitsch, Billy Wilder, Max Ophüls y Alexander Korda; actores como Peter Lorre, Elizabeth Bergner, Pola Negri y Conrad Veidt, que iniciaron la diáspora hacia Hollywood, Londres y parís, tras el ascenso de Hitler.
Pensadores como Benjamin o Claude Lévi-Strauss y Noam Chomsky.
Benjamin demostró que una clase gobernante manipulaba la historia con el propósito de perpetuar sus propias necesidades, sus ilusiones y engaños.
De todos modos, los nazis jamás habrían podido alcanzar el poder sin la Gran depresión, que afectóa a Alemania más que a ningún otro país a excepción de Estados Unidos. Fue en el verano de 1932 cuando alcanzó su cenit
En el momento que Hitler, un 30 de enero de 1933, era nombrado como canciller, consolidó su dictadura personal y de partido, empezando un ataque sistemático a los judíos. Sobre todo a los artistas, escritores e intelectuales judíos.
Los judíos se convertirían en “huéspedes” y los que habían entrado a partir de 1914, serían expulsados; también serían confiscadas sus propiedades, mientras que en conversación privada que tuvo con Josep Hell, hacia realidad su designio de aniquilar a los judíos
Los judíos eran por convicción personal y cálculo estratégico en sus propósitos, la elección que necesitaba Hitler para tener el chivo expiatorio y concentrar los sentimientos de odio de las grandes masas, hasta que desaparezca de cualquier ciudad alemana el último judío.
Lo hizo por medio de la violencia espontánea, emocional e incontrolada del pogromo y la fría, sistemática, legal y reglmentada del estado, expresada por medio de la ley y el poder policial.. Las cisas pardas (SA) con más de medio millón de hombres en 1932 lo harían apaleando en las calles o asesinando a los judíos, mientras en los campos de concentración se empezaba el complicado sistema de la violencia oficial.
Cuando asumió el poder su política antijudía tuvo que ser refrenada, ya que antes necesitaba reconstruir rápidamente la economía alemana y precisaba tranquilizar la opinión internacional, que sin embargo se fue acelerando con los Decretos de Nuremberg el 15 de septiembre de 1935, buscando una “solución distinta y secular que traspasara el problema al partido nacionalsocialista y que buscaría una solución final”. Himmler había inaugurado su primer campo de concentración en dachau sólo siete semanas después del ascenso de Hitler al poder, y esde ese momento había asumido el control de un aparato policial represivo que no tenía igual salvo en la Rusia de Stalin.
En 1938 el poder económico de los judíos estaba destruido. La economía alemana era de nuevo fuerte. Alemania se había rearmado. Más de dos cientos mil judíos habían huido del país, pero el Anschluss (anexión de Austria) había agregado al total un número igual de judíos austríacos.
Siguió la Kristallnacht, la noche de los cristales rotos. Los miembros del partido destruyeron y saquearon las tiendas judías. Se quemaron por parte de las SA todas las sinagogas.
Goebbels seguía desarrollando su propaganda antisemita y con Himmler se empezó la escalada burocrática del Holocausto.
Mientras los bancos e industrias alemanas se beneficiaban de la extorsión del Estado y de la venta precipitada. Beneficiarios fueron la IG Farben y el Deutscher bank, el mismo Dresdner Bank.
Todos los alemanes sin excepción sabían lo que estaba pasando, la crueldad y la masacre que se llevaba a cabo con sus vecinos, en sus ciudades, en las fábricas, las oficinas o en las aulas.
Desde septiembre de 1939 fueron obligados a abandonar las calles a las ocho de la tarde. Los empresarios alemanes, tan generosos y laboriosos ellos, aprovecharon la situación y abolieron el pago de los días de descanso a los judíos. A principios de 1940 abolieron por ley todas ls concesiones a los judíos.
Desde septiembre de 1941 todos los judíos a partir de la edad de seis años tuvieron que llevar una estrella de David, negra sobre fondo amarillo, del tamaño de la palma de la mano, con la palabra Jude en el centro.
La fecha decisiva de la “solución final”, fue casi con seguridad el 1 de septiembre de 1939, el mismo día que empezaron las hostilidades.  
Hitler entendió que la guerra era la autorización  que le permitía el genocidio y puso en marcha el proceso científico el mismo día que comenzó el conflicto. El primer programa que previó el asesinato experimental fue ideado en la cancillería de Hitler, autorizaba el sacrificio de los locos incurables. El programa recibió la designación en código T-4, por la dirección de la cancillería que era Tiergartenstrasse 4. Es significativo que el primer hombre designado para encabezar el programa de eutanasia, el Obergruppenführer de las SS doctor Leonard Contin, fuera depuesto cuando pidió órdenes escritas de Hitler. Fue reemplazado por otro médico de las SS, Philip Boyhaler, que aceptó las órdenes de palabra.
La primera cámata de gas fue dispuesta en un centro de ejecución de Brandenburgo a finales de 1939, y Karl Brandt, médico de Hitler, presenció una prueba que consistió en matar a cuatro dementes. Después se procedió a equipar 5 centros más. Se denominó “sala de duchas” a la cámara de gas.
El programa llevó a la matanza de entre ochenta y cien mil personas, pero se interrumpió en agosto de 1941 a causa de las protestas de las iglesias; fue la única ocasión que impidieron que Hitler matase gente.. Pero a estas alturas, el sistema ya se usaba para matar judíos de los campos de concentración que estaban demasiado enfermos para trabajar. De modo que el programa de eutanasia se fundió en la solución final y hubo continuidad en los métodos, el equipo y el personal experto.
Los Einzatsgruppen, los batallones móviles de ejecución. Se los dirigía desde la Oficina Principal de Seguridad del Reich, encabezada POR Reinhard heydrich, y la cadena de mandos era Hitler-Himler-Heydrich.. Contaban con una elevada proporción de oficiales de alto rango, reclutados en las SS, la Gestapo y la policía, y también con muchos intelectuales y abogados. Otto Ohlendorf, que mandaba el grupo D, tenía licenciaturas por tres universidades y un doctorado en jurisprudencia. Ernst Biberstein, comandante del grupo C, era pastor protestante, teólogo y funcionario eclesiástico.
Aún cuando las SS fueron ele agente ejecutivo del Holocausto, el crimen total fue un esfuerzo nacional que englobó a todos los estamentos del gobierno alemán, a sus fuerzas armadas, a su industria y a su partido.
Había alrededor de 8.861.800 judíos en los países europeos que se encontraban directa o indirectamente bajo el control nazi. Se calcula que de este total los nazis mataron a 5.933.900, es decir el 67%. En Polonia, a más del 90%, también en Austria, Alemania y estados bálticos. 70% en el protectorado de Bohemia, Eslovaquia, Grecia y los Países Bajos. Más del 50% en Bielorrusia, Ucrania, Bélgica, Yugoslavia y Noruega.
En Auschwith se masacró a 2.000.000, en Maidanek a 1.380.000, Treblinca 800.000, Belzec 600.000, Chelmno 340.000 y en Sobibor 250.000.
La velocidad con que trabajaban las cámaras de gas era sobrecogedora. Treblinka tenía diez, y en cada una cabían simultáneamente 200 personas . Höss se vanagloriaba que cada una de las cámaras de gas de Auschwitz podía admitir 2.000 personas. Utilizando cristales de gas Zyklon-B, las 5 cámaras de gas e Auschwitz podían liquidar a 60.000 hombres, mujeres y niños en veinticuatro horas.
Durante muchos meses de 1942, 1943 y 1944, los nazis mataban semanalmente y a sangre fría a más de 100.000 personas principalmente judíos.
EL PUEBLO ALEMÁN ESTABA AL ATNTO DEL GENOCIDIO Y LO ACEPTABA. Había 900.000 hombres en las SS y 1.200.000 en los ferrocarriles. Los trenes eran un elemnto delator. La mayoría de los alemanes sabían el significado de los trenes enormes y atestados que circulaban por la noche, como lo sugiere una observación registrada: “Esos malditos judíos, ni siquiera nos dejan dormir de noche”.
Los austriacos eran perores que los alemanes. En el Holocausto, representaron un papel que de ningún modo guardó proporción con su número. No sólo Hitler, sino Eichmann y Ernst Kaltenbrunner, jefe de la Gestapo, eran austríacos, Arthur Seyss-Inquart y Hanns Rauter, dirigieron la matanza de los judíos. Los austríacos era antisemitas mucho más apasionados que los alemanes. Los rumanos no fueron mejores que los austríacos, en ciertos aspectos, incluso peores. Mataron a 200.000 judíos en Besarabia.
También en Francia hubo un importante sector de la opinión pública dispuesto a intervenir activamente en la solución final de Hitler. Era la parte de la opinión pública que nunca había perdonado la victoria dreyusard, y su odio a los judíos se intensificó a causa del gobierno del Frente Popular de 1936, encabezado por Blum. Como en Alemania, en Francia los antisemitas estaban liderados por intelectuales, sobre todo escritores, famoso es un premio de la literatura francesa como Céline.
Había 10 organizaciones antisemitas en Francia, algunas financiadas por el gobierno nazi, que reclamaban el exterminio de los judíos. Su oportunidad llegó con el hobierno de Vichy.
De este modo, Hitler logró matar a 92.000 (26%) judíos franceses y de los 75.000 deportados de Francia con la ayuda de las autoridades francesas, sólo sobrevivieron 2.500.
En Bélgica, a pesar de la resistencia local, fueron asesinados 40.000 de un total de 65.000.
La red nazi llegó incluso hasta el exterminio de las 4 hermanas de Freud: Adolfine, de 81 años; Paulina, de 80; Marie, de 82 y Rose, de 84, en distintos campos de concentración.,  mientras los amigos de Freud, después del Anschluss, anciano y canceroso, pagaron rescate a los nazis y lo llevaron a Inglaterra .
De modo que murieron casi SEIS MILLONES DE JUDÍOS, a manos de la inteligencia y la fuerza demoníaca de Hitler, de sus esbirros y del silencio cómplice y cobarde de los alemanes.
Sión fue la puerta de la esperanza y el sueño para la creación de un hogar de paz y libertad después del sacrificio de seis millones de judíos.
Se inició tras el caso Dreyfus, el impulso dado por Herzl, la opersión rusa en 1917, la Declaración de Balfour y el mandato de la Sociedad de naciones con la creación de palestina, cuyo colofón fue la persecución hitleriana.
Churchill también apoyó las propuestas de Weizman para la creación de una fuerza de choque que los defendiera en ese nuevo Estado.
Una vez que los británicos renunciaron a su mandato en Palestina, Truman le dio el definitivo espaldarazo para la creación de Israel. En mayo de 1947 las naciones Unidas abordaron el problema de Palestina. La mayoría propuso un nuevo plan de partición: habría un estado árabe y otro judío, más una zona internacional en Jerusalén. Gracias al decidido apoyo de Truman, la Asamblea General aprobó la propuesta con 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones.
El 14 de mayo de 1948, declaraba Israel su independencia, con el apoyo de Truman y días después de Stalin.
Ben Gurión leyó la Declaración de Independencia en el Museo de Tel-Aviv, aunque se recrudecerían los pronlemas árabes-israelíes. De este modo han estado en guerra hasta nuestros días. Fijando como lengua de la nación el hebreo, que hasta finales del siglo XIX, ningún judío lo hablaba como su lengua natal.
Maimónides había dictaminado que, pese a la destrucción, el lugar del templo conservaba eternamente su santidad, razón por lo que era el sancta sanctorum de los judíos.
Simon Wiesenthal, un judío checo que había sobrevivido a los campos de exterminio de Buchenwald y Mauthausen, fundó el Centro Judío de Documentación Histórica, con sede permanente en Viena, centrando sus esfuerzos en la identificación de los criminales nazis y su puesta en manos de la justicia. De este modo logró atrapar a 1.100 nazis, principalmente Eichmann, detenido en Argentina en mayo de 1960.
En Francia, en el perído de posguerra, empezó a tener un crecimiento, razón por la que dieron notablesprimeros ministros de ascendencia judía, por ejemplo, René mayer y Pierre Mendes-France en la Cuarta República, y Michel Debré y Laurent Fabius en la Quinta, además del compositor Darius Milhaud, que en 1970 inauguraba la sinagoga en Aix-en-Provence.
Creció su presencia en Gran Bretaña, también en estados Unidos, donde en 1970 eran 5.780.960 judíos, un 2,7% de la población norteamericana.
Ningún pueblo ha demostrado más fecundidad en la tarea de enriquecer la pobreza o humanizar la riqueza, o en convertir la desgracia en un factor creador.
Los judíos dieron al mundo el monoteísmo ético, que podría describirse como la aplicación de la razón a la divinidad..
En todo caso, la historia judía enseña que sí hay un propósito en la existencia humana, y que no nacemos sólo para vivir y morir como bestias. “Sé fuerte y ten valor; no temas, ni te desalientes; pues el Señor Tu Dios está contigo dondequiera que vayas”, del libro de Josué.
En el epílogo de esta hermosa obra del profesor Paul Johnson nos dirá que a los judíos les debemos la idea de la igualdad ante la ley, tanto divina como humana; de la santidad de la vida y la dignidad de la persona humana; de la conciencia individual y, por lo tanto, de la redención personal; de la conciencia colectiva y, por lo tanto, de la responsabilidad social; de la paz como ideal abstracto y del amor como fundamento de la justicia..
Los judíos han creído que eran un pueblo especial, y lo han creído con tanta unanimidad y tal pasión, y durante un período tan prolongado, que han llegado a ser precisamente eso.

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