sábado, 25 de agosto de 2018

¡TODAVÍA FRANCO!

¡TODAVÍA FRANCO!

Han pasado más de 40 años de su muerte y su espectro o su fantasma sigue concitando los miedos, repulsas, odios y temblores a una clase política y correveidiles  que, sin embargo, comió y se educó en el pesebre que el dictador les ofreció, sin que pusieran reparo alguno y hoy, en algún caso, proclamen con orgullo, después de haber escrito las páginas más gloriosas del diario falangista Arriba, que actualmente son republicanos, que tienen a sus hijos viviendo felizmente en el extranjero y que sus casas ya están pagadas.

A otra parte de la ciudadanía, ni fu ni fa, como diría el paisano, bien por que ni siquiera se han interesado en conocer quién fue ni lo que sucedió, más proclives a los botellones y a que sus papás les puedan comprar un coche, hacer un Erasmus o ir a formarse en los USA, y, los menos, aún educados en el exilio, la emigración o en ver cómo pueden hacer para emanciparse de la tutela del hogar paterno, encontrar un empleo no precario o volver a tomar la senda de sus antepasados en la emigración redentora, o constatar  lo difícil que es llegar a final de mes o la enorme losa de las cargas hipotecarias del hogar, siempre sujeto a un desahucio y a las exigentes cargas bancarias.

No obstante, el nuevo gobierno socialista, que alcanzó el poder por el apoyo de separatistas catalanes, nacionalistas vascos, tan falsos como su mismo fundador Sabino Arana,  populistas de catecismo bolivariano y un comunismo que ha perdido su trasnochada estrella, sin que el pueblo les otorgara su confianza en una votación; han decidido pasar a la historia no por derrotar a los golpistas catalanes, o ayudar al juez Llarena en el ataque emprendido por el separatista Puigdemont en Bruselas, llevar a la cárcel al mayor filibustero moderno de la economía nacional, llamado Jordi Pujol y sus comparsas del Tres por ciento de comisión, afrontar la vergüenza de la corrupción en Andalucía y Valencia, denunciar a cuantos hundieron las Cajas de Ahorros y Montes de Piedad, el paulatino deterioro de la economía, tras la magnífica gestión de su antecesor Mariano Rajoy, o pedir perdón por haber albergado en sus filas al mayor desastre después de Fernando VII, llamado Rodríguez Zapatero, carentes de IDEAS, y sólo estando en el gobierno como una escala cerrada y amortización de vacantes para sus allegados, apuesta con la figura de Franco ya extinguida, en recomponer su arrebato juvenil y la descomposición de su propio régimen, en el que ellos y los conservadores, se alternaban los puestos, las prebendas, los favores y las regalías,  consentidas mutuamente  en empleos de ayuntamientos o diputaciones, para  la esposa, los hijos, cuñados y sobrinos, sin ni siquiera sonrojarse y que como ejemplo, valdría un pueblo con mar donde en su nómina de personal, sólo hay nepotismo de derechas y de izquierdas, consentido y aceptado de mutuo acuerdo y agrado.

La “masa neutra”, que acogió muy bien el escobazo del Directorio, los 40 años de paz de Franco y la Reconciliación, Progreso, Democracia y Libertad auspiciada por Juan Carlos I y Adolfo Suárez,  hoy ve con asombro que, el mayor problema del Estado español por resolver, son los restos de Franco.

Si ya en la dictadura de Primo de Rivera los republicanos se desvanecían y los socialistas aceptaban colaborar en la Organización Corporativa Nacional, concediendo a la UGT el monopolio de la representación obrera nacional, en el siglo XXI, el PSOE vuelve a levantar una cortina de humo para esconder su mal gobierno, su falta de IDEAS y su incapacidad para que en Cataluña  el castellano tenga la misma defensa que los escritores de esa lengua, en 1924, lo hacían en pos de la catalana, para que quien gobierna Cataluña no lo haga en pro de quienes se quieren separar, sin tener presente que está allí por mandato de la Constitución española, para que las desigualdades territoriales se superen, para que se mejoren las comunicaciones y los empleos, para que las clases pasivas reciban una mejor atención y salario, para que la TV3 o la escuela en Cataluña no sea una herramienta discriminatoria y de enfrentamiento social, para poner en marcha medios que resuelvan el problema migratorio, para acercarnos  más y mejor a Marruecos y a nuestra América hispana, para tener una mayor representatividad en las instituciones europeas, para seguir luchando contra las tasas de paro y las nuevas tecnologías.

Mientras que el problema del Sr. Sánchez sea Franco, no la connivencia de la burguesía catalana y la pasividad del pueblo, tanto en 1923 como en 2018, amén de los nuevos desafíos de este siglo, nada habremos avanzado y sí retrocedido no ya al Alzamiento del mismo caudillo, si no a García Prieto, que ya en 1918 no sabía cómo hacer frente a los presupuestos y a la incipiente cuestión catalana de Prat de la Riba. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario