sábado, 18 de noviembre de 2023

 


      LA ESPAÑA QUE FAGOCITA EL PSOE EN EL INTERÉS DE SÁNCHEZ

Ayer era el clero el que corrompía, hoy son los políticos que se apodan ellos mismos “progresistas” quienes se erigen en colocar y buscarle empleo, o enriquecer, a sus afines.

Ayer el godo se prosternaba ante el clero, hoy lo haría ante un político, sólo a ellos el paisano hace acatamiento y les teme, y si el político está descontento, tómese la justicia por su mano, poniendo de parapeto a las fuerzas del orden, o la justicia a su manera, empleando la acción directa: ya contra la sociedad española que no le ha votado y, a no tardar, contra el mismo Rey y la Monarquía parlamentaria. ¡Al tiempo, con Sánchez!

Cuando alguno de estos políticos progresistas se duele, deplorando la desigual repartición, o el no ser ministro o simple delegado de gobierno,  sus líderes les buscan empleo y regalías.

Francia tuvo su enemigo en Alemania, los españoles, sin tomar plena conciencia, los tenemos entre los nacionalistas vascos y catalanes, los mismos a los que se ha entregado Sánchez y la escoria que le hace palmas en el Congreso de los Diputados.

Los socialistas no se percatan que son los potentados y la casta política vasca y catalana quienes buscan la separación, sembrada ya en las ikastolas y desde la guardería contra el sentimiento común de ser español.

Los socialistas son ahora un cuerpo inmune, con más predicamento e imperio que pudiera tener el médico, el juez, el catedrático y el militar si los fundiesen en una misma pieza.

El mayor ladrón, dirá Quevedo, no es el que hurta porque no tiene, sino el que teniendo mucho, aun quiere más, este es el caso de los separatistas catalanes: Mas, Puyol, Puigdemont y la ralea que les sigue o, en el caso vasco, todos la clase dirigente del PNV

El morbo separatista recupera su candelero gracias a Sánchez, pues la codicia, repartir las mercedes entre los ladrones del campanario, descuartizar la potencia pública, como Adif en las cercanías o la Seguridad Social, permite a esa oligarquía gobernante el despojo, que pagan los más humildes siempre, no el político, como bien sabemos por las políticas iniciadas con Zapatero que hundió a la clase media española, mientras él se atrincheraba con Maduro en las minas de oro de Venezuela y nos vendía que estábamos en la Champions League.

Nuestro destino como españoles, con el asalto al poder de Sánchez y los separatistas, es bien negro, ambos se erigen en nuestros amos y despojan a quienes no son amnistiados, de los escasos recursos que teníamos y amplían la brecha social, estructural, financiera y económica con los territorios vasco y catalán, en detrimento de las inversiones que desde tiempo inmemorial llevan comprometidas y aplazadas en Andalucía, Extremadura, Murcia, Castilla, La Mancha o Aragón.

Si la honestidad personal no decide el triunfo de la noble causa de cuantos se manifiestan contra esta deriva socialista, orquestada por los malandrines del PSOE, pastoreados por Sánchez y su camarilla, Azaña nos manifestará, en su crítica a la visita a Palacio de Unamuno, que “concitar las pasiones de la muchedumbre, azuzarla, manejarla, puede ser obra digna, donde se sacie el prurito de creación y resida un goce estético”, pero uno se pregunta de qué le sirve a la masa neutra, de que nos sirve a quienes no tenemos carnet de partido político alguno y sólo la libertad de pensamiento independiente, acaso el ánimo no debiera esforzarse a la acción en el empeño de debelar la autocracia de Sánchez y sus corifeos, pues todos los razonamientos están ya hechos, todos los discursos son inútiles, como se ha demostrado. No fue así como procedió Largo Caballero en la revolución de 1934 y ahora nos encontramos ante un nuevo dictador, un psicópata que acepta se impongan los corruptos, los demagogos, los etarras y los separatistas.

La sociedad española se ha divido en dos, entre la nueva casta de políticos que quieren alcanzar el poder a toda costa, para sus trapicheos: Tito Berni, ERES de Andalucía, Convergencia y Unió, Waterloo, clase elitista en el PNV, enchufes del tipo la pareja de Hernando en la Diputación de Almería, la esposa de Espadas en Sevilla, los amigos de Sánchez en Correos y otras empresas estatales, Chaves, Griñán, las Cajas de Ahorros hundidas, el casoplón de Iglesias, el enriquecimiento personal urbanístico de algunos alcaldes de provincias y serranías, el eterno vivir de la profesión política, frente al movimiento cívico que, en su mayoría no es capaz de llegar a fin de mes, sobrecargados de impuestos, carestía de la vida, dificultad para encontrar empleo y/o vivienda, intereses bancarios elevadísimos, cesta de la compra por las nubes, arrinconados estos últimos pues nadie les escucha y solo existe un problema, AMNISTIAR A LOS POLÍTICOS POR LOS MISMOS POLÍTICOS, por un gobierno corrompido socialcomunista y separatista.

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