miércoles, 13 de diciembre de 2023

CAMPO FRANCÉS, DE MAX AUB. Horror padecido por los refugiados españoles en suelo francés, a modo cinematográfico.

 


CAMPO FRANCÉS, DE MAX AUB

A modo cinematográfico, el gran escritor valenciano, de padres de origen francés y alemán, pero con fuerte raigambre literaria en español, sobre todo por su novela Calle Valverde de Madrid, se adentra en este libro en las duras condiciones que sufrieron los encarcelados por Francia, especialmente los republicanos españoles tras su derrota en la Guerra Civil española, donde nos muestra la torpe gestión y antihumana manera de tratar a los refugiados por parte de las autoridades francesas, especialmente de su policía, que deja en muy mal lugar a esa República francesa, particularmente al entonces régimen de Vichy, dirigido por el general Petain, aunque en esa población francesa encargada de la custodia de los refugiados, el trato vejatorio, cobarde y abusivo, queda patente, ya que él lo vivió en primera persona encerrado como estaba en el campo de concentración de Roland Garros, tras haber sido denunciado como comunista.

A diferencia de su vida, que tuvo felizmente su traslado a Casablanca, hasta poder embarcarse para Méjico, el protagonista, Julio, honrado español que regentaba una tienda en París, se verá encarcelado sin que hubiera cometido acción alguna, ni hubiera participado en la guerra española, por confundirlo con su hermano, que por tal de salvarle, también se entregará, sin que para nada le sirva a Julio, quien terminará siendo asesinado por la espalda, por el sargento del campo de concentración de Roland Garros, en su intento de fuga, una vez convenido con su esposa por parte de ese sargento francés.

Mientras los franceses se entregaban dócilmente a ser hollados por los alemanes, pronto tendrían que acudir a esos refugiados republicanos españoles para recuperar su suelo y la vergüenza, todo lo cual ya es otra historia.

Interesante novela, reveladora de una Francia dividida entre su independencia y su vena pro-nazi, como de una narración a modo teatral y unas acciones a modo de guión de cine.

Entretenida y oportuna denuncia para que ese característico chovinismo francés se tiente las ropas y, al menos, tengan siempre presentes a esos españoles que dieron su vida por la libertad de Francia, a pesar de lo mal que fueron tratados cuando los franceses con su línea Maginot se creían invulnerables.

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