CUENTOS COMPLETOS, DE CARMEN
MARTÍN GAITE
Pudiera parecer que todo en la
vida le iba a sonreír a aquella hija de notario, venida al mundo en la muy
castellana Salamanca, amante de las letras y que se casaría con el también
escritor Rafael Sánchez Ferlosio, de padre ministro falangista tras la guerra
civil, pero, desgraciadamente, varios fueron los golpes que la vida le propinó
severamente, por lo que quizás, además de su innata sensibilidad, acrecentaron
su continua observación, particularmente de seres desvaídos en aquella España
de posguerra, de continua emigración a la capital y de barrios periféricos
donde la pobreza y el abandono eran la nota predominante.
Por todo ello, posiblemente estos
Cuentos completos son pequeños relatos, a veces casi de ficción, pero siempre
cargados de una mirada de compasión y amargura, que dibujan la realidad de una
época que hoy, en el siglo XXI, cueste trabajo comprender que sucediera.
Son como ese mismo vaso de flores
sencillas y agua de la portada del libro o de esa amapola a orillas del camino,
una soledad de los intervinientes y la descripción de los embates que la vida
precisa para seguir viviendo, cuando todo el entorno es sórdido, se carece de
todo y la magnanimidad de las personas es relativa, en ocasiones condicionada
por la misma clase social, que marca el destino de aquellos seres.
Todos y cada uno de los relatos
siempre llevan una enorme carga emocional, especialmente en La chica de abajo,
Los informes o La conciencia tranquila, que muestran la crudeza del entorno y
la insensibilidad por parte de las clases pudientes, que la mirada y la
atención de un niño rompen siempre la crudeza de los hechos.
Su lado femenino, como los golpes
que la vida pudo darle a la autora, se manifiestan claramente en el fondo de
los relatos, todos ellos bien pergeñados literariamente y con una prioridad de
mostrar la desolación y los golpes de la vida a esos seres solitarios, carentes
de cariño y precisados de encontrar, a cualquier precio, un modo de vivir,
aunque sea soportando el carácter despiadado de los vecinos o de la misma patrona.
Suave en las formas y
descripciones, es, sin embargo, en el asunto de la perversidad humana donde
descuella el relato o Cuentos que brotan en este libro de Cuentos completos,
cual un macuto, aquella maleta forrada de pelo, incluso de madera, lo Carmen
Martín Gaite nos deja, quizás para descargar ella su alma de tanto dolor como
alberga su corazón y su propia vida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario