lunes, 6 de octubre de 2025

 


EL AÑO DE LA LANGOSTA, DE TERRY HAYES

Como todos los libros de gran difusión actuales y de ciencia ficción, mayormente escritos y publicados en los EEUU, tratan de presentar a los americanos como los victoriosos de las peores campañas y a los rusos como los malvados.

Esta novela no es una excepción, tampoco la variedad de lugares que atraviesa, ya que se trata de un espía, un héroe que terminará siendo condecorado con la más alta distinción de la CIA, que desde su Florida natal y tras haber sido expulsado de la armada norteamericana, concretamente de los submarinos, es fichado por la CIA, muy tempranamente, dado su alta especialización en idiomas, que, al parecer, aprendió por medio de Google.

Toda su narrativa y los hechos parecen ser el guión de una película, aunque más enrevesado, que van informando al lector de muchos de los lugares que las fuerzas de los USA emplean para defenderse o para hacer la guerra, también de sus enemigos, particularmente la yihad y el mundo terrorista musulmán.

Es un libro de entretenimiento, editado por Planeta, para comprar en un aeropuerto y tratar de que la espera sea más breve, o conocer algunos de los entresijos de la guerra moderna y de los medios que cada día más serán empleados: drones, submarinos invisibles, cohetes supersónicos indetectables y armas que pueden ocultarse fácilmente en una mochila. Si a todo eso le añadimos el valor de un espía, la fe de su amada Rebecca en él y que este héroe yanqui, hijo único y con una infancia deplorable, es inteligente, fuerte, valiente y, además, se salta los protocolos y logra salvar a dos niñas que estaban a los pies de un confidente americano que había sido atrapado y el “ejército de los puros” había crucificado, para reencontrarse después con esa chiquilla, llamada Laleh, tendremos al portento humano, al valiente, al héroe, al americano capaz de afrontar los mayores peligros, las más crueles peleas y las heridas más crudas.

En suma, un viaje por la geografía planetaria, particularmente de desiertos y del mundo musulmán y la manoseada grandeza yanqui, defensores de la humanidad.

Un libro para entretenerse, para pasar un rato, a pesar de su más de ocochientas páginas, que tras el fin, el lector poco guardará en la memoria y de poca enseñanza, aunque a su autor seguro que, pagado por palabras, su brillante imaginación, le permitirá ganar en dólares buenos emolumentos y esperar a que en Hollywood algún director se disponga a abordar una película de acción con los avatares de esta obra, que no obstante no recomiendo.

 

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